Nueva publicación de la Fundación Federico Engels
El presente libro es una recopilación de textos escritos por León Trotsky, en los que se expone un análisis dialéctico de las causas de la degeneración del Estado obrero en la URSS. Trotsky, a la vez que sometió a un exhaustivo estudio las bases sociales, económicas y políticas que condujeron al ascenso de Stalin y de la casta burocrática, elaboró un programa y una alternativa de lucha para recuperar la democracia obrera destruida por el régimen totalitario.
Las posturas asumidas por los teóricos de la Segunda Internacional antes de la Gran Guerra, enfatizaban que la revolución socialista sólo podría darse en los países capitalistas desarrollados, y eso tras un largo periodo histórico de crecimiento capitalista y parlamentarismo. La Revolución de Octubre demostró que esta posición era equivocada. El proletariado ruso tomó el poder en un país muy atrasado, de base agraria, y mediante el establecimiento de los sóviets y tras una guerra civil que se prolongó tres años, pudo aplastar la resistencia de las antiguas clases poseedoras y sus aliados imperialistas.
El nuevo Estado surgido de la revolución, en la concepción de Lenin y los bolcheviques, sería un organismo dirigido por la clase obrera en alianza con el campesinado. Este Estado obrero no perseguiría perpetuar las relaciones de explotación, sino eliminarlas a través de un proceso histórico basado en el crecimiento de las fuerzas productivas, la extensión gradual de la igualdad, y la administración de todos los aspectos de la vida social, económica, política y cultural a través la participación y el control democrático de la población trabajadora.
Este nuevo Estado obrero sería el instrumento de dominación de la mayoría sobre una pequeña minoría y, en el mismo momento de nacer, iría diluyéndose en la transición a la sociedad socialista. Pero la teoría es gris y el árbol de la vida es verde*. En el proceso de construcción socialista, el partido bolchevique se vio enfrentado a poderosos obstáculos; a los derivados del atraso y la descomposición económica heredada del régimen zarista, la guerra imperialista y una guerra civil devastadora, se unió el fracaso de la revolución socialista en Alemania y otros países de Europa que condujeron a un aislamiento prolongado de la Rusia soviética.
En lugar de extinguirse poco a poco, el Estado fue convirtiéndose en un monstruo burocrático que hundió profundamente sus tentáculos en el cuerpo de la sociedad. Una vasta burocracia parasitaria surgió de las entrañas de la revolución alimentada por la escasez y las presiones de clases enemigas, desarrollándose y expulsando del poder a la clase obrera. Esta casta utilizó su control de la maquinaria estatal para apropiarse de una parte considerable de la riqueza generada por los trabajadores y los campesinos.
En la miseria de la revolución traicionada, Trotsky emprendió la gigantesca tarea de defender las genuinas ideas del bolchevismo y las tradiciones de Octubre frente a la contrarrevolución estalinista.
Como decimos, el objetivo central de Trotsky al escribir estos textos era ofrecer una explicación científica a la degeneración del Estado obrero en la URSS. Para este desafío Trotsky cimentó sus análisis y conclusiones partiendo de un profundo y exhaustivo conocimiento de la teoría marxista del Estado, a la que hizo contribuciones sin precedentes. Esta aportación permite entender cómo surgió la burocracia estalinista y los medios con los que consolidó su dominio, añadiendo una visión profunda de fenómenos políticos que no han dejado de producirse en la historia de la lucha de clases de los últimos 150 años, como el bonapartismo y las formaciones gubernamentales y estatales de corte totalitario.
En estos momentos millones de mujeres, hombres y jóvenes pertenecientes a la clase obrera y a los sectores más desfavorecidos de la sociedad se rebelan, a lo largo y ancho del mundo, contra las crueles consecuencias de la crisis del capitalismo. Por su parte los capitalistas utilizan todos los medios a su alcance para defender sus privilegios. Los derechos democráticos más elementales son recortados. El aparato estatal al servicio de la clase dominante va adquiriendo un perfil más autoritario en un número creciente de países, y su esencia como órgano de opresión se desvela con toda crudeza. En esta coyuntura, estos artículos del revolucionario ruso adquieren actualidad y relevancia, y su lectura nos permite entender mejor la deriva autoritaria del Estado capitalista, la descomposición de la democracia parlamentaria, los mecanismos que la alimentan y las claves para combatirla y derrotarla.
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Los artículos que componen esta compilación son: ¿Adónde conduce a la Unión Soviética la burocracia estalinista?, escrito en 30 de enero de 1935 y publicado en The New International — revista teórica de la Liga Comunista de América, trotskista, y más tarde del Socialist Worker Party hasta 1940— en marzo de 1935; Estado obrero, termidor y bonapartismo, escrito en febrero de 1935 y publicado en The New International en julio de ese año; Otra vez sobre la cuestión del bonapartismo. El bonapartismo burgués y el bonapartismo soviético, escrito en marzo de 1935 y publicado por primera vez en febrero de 1937 en Quatrième Internationale —Cuarta Internacional, la revista publicada en francés por el Secretariado Internacional de la Liga Comunista Internacional—, y ¿Cómo venció Stalin a la Oposición?, del 12 de noviembre de 1935 y publicado al mes siguiente en el nº 46 del Biulleten’ Oppozitsii, el órgano de la Oposición de Izquierda rusa.
Completamos esta edición con tres textos extraídos del libro de Trotsky La revolución traicionada: el capítulo 3, El socialismo y el Estado; el capítulo 5, El termidor soviético; y el capítulo 11, ¿Adónde va la URSS?
* Frase utilizada en ocasiones por Engels, parafraseando al poeta alemán Goethe en su obra Fausto.