Las elecciones del 4 de marzo en Italia arrojan un escenario político de gran incertidumbre, con efectos más allá de las fronteras de la tercera economía de la zona euro. Con el Movimiento 5 Estrellas (M5S) como fuerza más votada, el 32% de los votos, pero lejos de la mayoría absoluta; con el desplome del Partido Democrático, que no alcanza el 20%; y con el ‘sorpasso’ de la xenófoba Liga Norte, que pasa del 4,1% al 18,6% del electorado, a la Forza Italia de Berlusconi (13,5%), la formación de gobierno se presenta como una ardua tarea para la burguesía.
Publicamos la entrevista realizada días antes de las elecciones a Valerya Parkhomenko, miembro de Resistenze Internazionali (la organización hermana de Izquierda Revolucionaria en Italia) y activista de Potere al Popolo (Poder para el Pueblo) en Génova. Este movimiento, que ha obtenido el 1% de los votos, surgió a finales de 2017 con el objetivo de iniciar la reconstrucción de una alternativa de izquierda y combativa para los trabajadores.
EL MILITANTE.- ¿Cómo y por qué surge Potere al Popolo? ¿Cuáles son sus objetivos, programa y qué acciones está llevando a cabo?
Valerya Parkhomenko.- Potere al Popolo, la nueva candidatura de izquierdas que se presentará a las elecciones de marzo, nació de la necesidad que mucha gente sentía de tener una nueva organización de izquierdas tras el colapso de los partidos tradicionales de la clase trabajadora y del fuerte giro a la derecha del Partido Democrático. Aprovechando la cita electoral, el centro social napolitano Ex-OPG, activo estos últimos años en numerosas luchas políticas y sociales, decidió lanzar una candidatura construida desde abajo, a través de asambleas públicas, para llenar el vacío político que existe en la izquierda. Querían romper la atmósfera de desilusión y resignación que se respira entre la clase obrera en Italia, así que hicieron un llamamiento nacional para construir una alianza electoral en la que agrupar a las auténticas fuerzas de izquierdas del país sobre la base de un programa antiausteridad.
El programa de Potere al Popolo es un programa de izquierdas radical con demandas que van desde la reintroducción del artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores (una defensa contra los despidos ilegales) hasta una ruptura frontal con la Unión Europea y la OTAN, pasando por la defensa de grandes inversiones en vivienda, sanidad y escuelas públicas.
Algunas organizaciones políticas de la izquierda, como Refundación Comunista y el PCDI, se han implicado en el proyecto. Pero también hay miles de jóvenes que han entrado por primera vez en la actividad política gracias a esta nueva experiencia. En los primeros dos meses de existencia Potere al Popolo creció en todo el país de manera asombrosa: se organizaron más de 200 asambleas locales en docenas de ciudades italianas. Se está participando activamente en las luchas locales y nacionales, y en las manifestaciones contra fuerzas neofascistas como Casa Pound y Forza Nuova.
EM.- Resistenze Internazionali participa en este movimiento. ¿Qué ideas estáis planteando? ¿Cuáles son vuestras señas de identidad?
VP.- Resistenze Internazionali ha decidido afiliarse y apoyar este proyecto para contribuir con nuestras fuerzas al nacimiento de una nueva organización política capaz de representar a nuestra clase, a los trabajadores. Estamos convencidos de la necesidad de reconstruir una alternativa de clase en nuestro país, y trabajamos para convertir Potere al Popolo en una organización política que sea capaz de movilizar al 99% de la población en una batalla anticapitalista. Desde nuestro punto de vista, la situación catastrófica en la que viven actualmente la juventud y la clase trabajadora italianas sólo se puede explicar por la dramática derrota impuesta a la mayoría de la población en estas dos últimas décadas.
La ausencia de una fuerza política capaz de dar voz a la rabia de nuestra gente ha abierto el espacio para el desarrollo de ideas populistas de derechas en todos los sectores de la sociedad. Sin un instrumento político con el que responder a la arrogancia y la brutalidad de la crisis capitalista la gente corriente sentirá que está sola ante sus consecuencias. Para Resistenze Internazionali, “poder para el pueblo” significa una sociedad en la que los intereses de la abrumadora mayoría de la población predominen sobre los beneficios privados de los capitalistas.
EM.- ¿Qué destacarías de la situación política y social, y qué escenario se abre tras las elecciones?
VP.- Tras la ruinosa experiencia que supuso la participación de Refundación Comunista en el segundo gobierno Prodi, en 2008, Italia ha sufrido un enorme vacío político. Durante diez años ninguna organización de izquierdas ha sido capaz de construir una nueva fuerza con un programa antiausteridad. Landini, secretario general del sindicato metalúrgico FIOM, hizo un intento pero no fue suficientemente enérgico.
Parte de este vacío lo ha llenado el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), actualmente es la primera fuerza política y representa a la pequeña burguesía. Se presenta como una fuerza política nueva, alejada de los partidos políticos tradicionales tanto de derecha como de izquierda, y dice luchar contra la corrupción del sistema político italiano, considerado el problema más importante del país. Defiende también una posición antiinmigrantes completamente reaccionaria y una política de ayudas económicas a pequeñas empresas para “impulsar la economía”.
Este vacío en la izquierda ha llevado a un crecimiento significativo de la abstención; pero sobre todo se ha creado una situación en la que la gente corriente no está interesada en la política oficial. Se espera que 17 millones de personas no acudan a votar, entre ellos el 47% de los jóvenes menores de 25 años. La política tradicional cada vez parece más un gran circo mediático donde la coherencia y la honestidad son pisoteadas.
Esta gran sensación de impotencia está causada porque en lo sustancial los programas políticos de los partidos tradicionales son idénticos. En los últimos cuatro años, los dos gobiernos del Partido Democrático (primero con Renzi y después con Gentiloni) profundizaron la política de austeridad llevada a cabo por Forza Italia (Berlusconi): recortes y privatización de servicios públicos, ataques a los derechos de los trabajadores, introducción de contratos ultraprecarios.
A mucha gente le resultará extraño que Berlusconi, 24 años después de su primera victoria electoral, pueda ser el candidato favorito en esta campaña electoral. Además de tener 81 años y ser protagonista de duros ataques contra las clases populares, Berlusconi ha acumulado una larga serie de condenas que van desde el fraude financiero a delitos sexuales. Su supervivencia política sólo puede explicarse por el fuerte desapego que siente la población hacia la política y los partidos, por la pérdida catastrófica de apoyo a la izquierda (y más específicamente al PD), y por la ausencia de una alternativa política creíble que combata los ataques de los capitalistas europeos e italianos a los trabajadores y jóvenes.
En cuanto al escenario tras las elecciones, hay que decir que ninguno de los posibles gobiernos que podrían formarse —uno de derechas con Forza Italia, la Liga Norte y Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), una coalición entre Forza Italia y el PD, un gobierno M5S y Liga Norte o uno tecnocrático— será una alternativa para los trabajadores.
Lo que sí está claro es que la continuación de la crisis económica, la crisis de los partidos capitalistas tradicionales y el derrumbe y empobrecimiento de la clase media están creando las condiciones para una rebelión generalizada de la población contra las élites y el sistema capitalista. La dirección, el contenido político y la forma de esta rebelión dependerán, en última instancia, de la presencia o ausencia de una fuerza anticapitalista de masas con raíces sociales reales. En su construcción trabajamos los compañeros de Resistenze Internazionali.