Alrededor de 40 millones de trabajadores europeos han participado en la Jornada de Acción y Solidaridad europea convocada por la CES el 14 noviembre. En 23 países se han convocado huelgas, paros parciales, sectoriales, manifestaciones, concentraciones… Una movilización sin precedentes por su carácter internacional, que demuestra que la unidad de los trabajadores por encima de las fronteras nacionales no es una utopía, sino una posibilidad real.
Portugal, éxito rotundo de la huelga
El 14-N ha sido la segunda huelga general en menos de nueve meses convocada por la CGTP y una de las más importantes desde la caída de la dictadura, con manifestaciones multitudinarias en todo el país. Como señalan las crónicas de prensa: “la imagen de Lisboa y Oporto se parecía más a la estampa de un domingo de verano que de un día laborable de noviembre”. El seguimiento fue masivo en toda la industria. También el transporte registró un paro prácticamente total (el metro de Lisboa cerró sin servicios mínimos) al igual que los puertos. La sanidad, la educación o la justicia también pararon, así como los bomberos y los servicios de recogida de basura.
El 27 de noviembre mientras el gobierno de la derecha con su mayoría absoluta aprobaba los presupuestos más duros de la historia, que incluyen un aumento de hasta el 30% de impuestos, decenas de miles de manifestantes protestaban nuevamente a las puertas del parlamento. “Es como una condena una muerte lenta. Nos van a matar de hambre”, señalaba uno de los manifestantes.
Italia, “Todos juntos damos miedo”
El principal sindicato italiano, la CGIL, convocó huelga de cuatro horas, de ocho en algunos sectores, contra los recortes del gobierno Monti, un recorte de 11.000 millones de euros en los presupuestos de 2013, afectando especialmente a la sanidad, educación y el empleo público, además de aumentar el IVA por segunda vez este año. El seguimiento de los paros fue muy amplio y la asistencia a las más de 80 manifestaciones, masiva. La juventud y los estudiantes han jugado un papel destacado y su grito de guerra ha conectado: Tutti insieme famo paura (Todos juntos damos miedo).
Italia se ha convertido en un hervidero de protestas en los últimos meses: huelga del sector público el 28 de septiembre, huelgas de estudiantes y profesores el 5 y 12 de octubre, manifestación de decenas de miles de trabajadores en Roma el 20 de octubre frente a los recortes y los cierres de fábricas, multitudinaria manifestación de 150.000 personas el 27 de octubre, en el llamado “No Monti Day”, convocado por los sindicatos y movimientos sociales y cuya pancarta de cabecera decía: “Con la Europa que se rebela, echemos al Gobierno Monti”. Y tras el 14-N, el movimiento no ha parado: miles y miles de estudiantes el 24 de noviembre salían, junto a los profesores y sindicatos, a las calles de Nápoles, Roma, Milán… contra la privatización de la escuela pública.
Grecia
Los trabajadores griegos estaban llamados el 14-N a un paro de tres horas, cuyo seguimiento fue mayor en el sector público. Hubo una importante manifestación frente al parlamento, donde se sacaron las banderas de Portugal, España, Italia y Grecia, haciendo referencia al carácter internacional de la movilización. Se ocuparon seis edificios públicos contra los planes de despedir a 25.000 funcionarios hasta 2013 y varios ayuntamientos se niegan a enviar lista de candidatos al despido. Los profesores pararon para denunciar la rebaja salarial, el anunciado cierre de 2.000 escuelas y los recortes en el presupuesto de Educación.
Los días 6 y 7 noviembre, coincidiendo con la aprobación en el parlamento de una nueva oleada de recortes (13.500 millones), se convocó una huelga general de 48 horas que paralizó el país nuevamente. En la sanidad la huelga fue de 72 horas, y los abogados hicieron huelga de brazos caídos de lunes a viernes.
En Francia se celebraron más de 130 manifestaciones, en la primera jornada de movilizaciones desde que Hollande ganara las elecciones y que se convirtió en un aviso al gobierno. También en Bélgica hubo huelgas sectoriales en el metal y transporte y concentraciones en Bruselas. En Alemania hubo manifestaciones en las principales ciudades, destacando la de Berlín.