¡Todas y todos a las manifestaciones!
El domingo 25 de noviembre es el Día Internacional contra la violencia machista y a lo largo y ancho del mundo se celebrarán masivas manifestaciones. En el Estado español, donde ya hay convocadas decenas de movilizaciones, volveremos a tomar las calles para exigir el fin de la lacra de la violencia machista, amparada en una justicia patriarcal y un sistema capitalista que sustentan nuestra opresión.
Un sistema que se cobra decenas de vidas cada año, que recorta los programas de ayuda a las víctimas de dependencia, que nos condena directamente a la austeridad y a la precariedad, a los bajos salarios o a la dependencia económica y que permite que la derecha llore lágrimas de cocodrilo cuando nos asesinan mientras fomentan toda esta barbarie con sus políticas.
En lo que llevamos de año ya son 89 las mujeres asesinadas, 47 de ellas a manos de sus parejas o exparejas y otras 42 asesinadas por hombres con los que no mantenían una relación sentimental o niños a manos de sus padres. ¡Es una auténtica carnicería!
Millones de mujeres hemos tomado las calles durante este último año. Desde la histórica huelga feminista del 8 de marzo donde más de 6 millones de personas inundaron las plazas de todo el Estado, pasando por las multitudinarias manifestaciones en abril en contra de la vergonzosa sentencia de La Manada, las huelgas generales estudiantiles del 10 de mayo contra la justicia patriarcal y del 14 de noviembre contra el machismo en nuestras aulas, hasta los gritos de “Yo sí te creo” por Juana Rivas, la joven Khadija o las temporeras de Huelva.
Y no sólo eso, provocamos, junto al resto de movimientos que han salido a las calles, la caída del gobierno de Rajoy. Pero la realidad es que los asesinatos, las sentencias machistas, la precariedad, la impunidad de nuestros agresores siguen estando a la orden del día y nosotras no estamos dispuestas a que todo siga igual. Por ello, le decimos al gobierno de Pedro Sánchez, el mismo que se autoproclama “el más feminista de Europa” que deje a un lado las palabras grandilocuentes y pase a los hechos.
La indignación que sentimos delante de los comportamientos machistas, el acoso sexual, la cultura de la violación, cuando las mujeres y el colectivo LGTBI son despreciados por la moral podrida de la Iglesia Católica… se ha convertido en una fuerza imparable. La experiencia de toda la lucha demuestra el enorme potencial que tenemos las jóvenes y trabajadoras cuando salimos juntas a luchar por nuestros derechos.
Desde Libres y Combativas entendemos que la lucha contra la violencia machista es la lucha contra la cosificación y mercantilización de nuestros cuerpos, contra la trata, la prostitución, los vientres de alquiler y la pornografía. Por eso, este domingo volveremos a tomar las calles para seguir luchando contra todo tipo de violencia hacia nosotras y para seguir impulsando en las calles la necesidad de construir una huelga general feminista el próximo 8M aún más exitosa y poderosa para atacar al corazón del sistema que nos oprime.
¡Nos queremos vivas, libres y combativas!