Si los fachas de Vox y del Partido Popular se pensaban que pueden insultarnos, atacar nuestros derechos e irse de rositas como si no pasara nada, estaban muy equivocados. Ayer vivimos una manifestación del Orgullo crítico en Madrid que será difícil de olvidar. Fue la mejor respuesta que podíamos dar a la extrema derecha, a estos defensores de su patria franquista y la banderita, de la violencia machista y la justicia patriarcal, de los toros, el racismo y la explotación.
Quienes han dejado claro en más de una ocasión que vienen a por nosotras y nosotros, igual con lo que no contaban es que el colectivo LGTBI y las mujeres trabajadoras, también vamos a por ellos. Y así lo pudimos constatar ayer cuando más de 30.000 personas recorrimos el barrio madrileño de Tetuán demostrando una fuerza imparable, una rabia antifascista mayúscula y nuestra firme voluntad de no dar ni un paso atrás en los derechos que tantos años, sangre y lucha nos ha costado conquistar.
Durante 3 horas nos dejamos la voz gritando a pleno pulmón. ¡Aquí están las antifascistas! ¡Franco no ha muerto, está en el Parlamento! ¡Ni un paso atrás en los derechos trans! ¡El Orgullo no se vende, se defiende! ¡La calle y la noche también son nuestras! ¡Ayuso y Almeida iros a la mierda! ¡Fuera las empresas de nuestras protestas! ¡Vox vuelve al siglo diecisiete! ¡El Orgullo será antirracista o no será! Y tantas, tantas otras.
Es evidente que el Orgullo crítico cada año suma a más personas, especialmente a muchas jóvenes, que huimos del modelo comercial y capitalista que vende el Pride oficial y que queremos recuperar los orígenes combativos, revolucionarios y de clase del Día del Orgullo y de nuestro movimiento. Capitalismo rosa es maquillaje, menos capitalismo y más revolución, el pregón es un mojón, necesitamos acción… se leía en muchas pancartas. Sin duda, este año hemos vivido un salto muy importante de participación en esta marcha.
Tras las elecciones del pasado 28 de mayo, marcadas por el triunfo de la derecha, por la conformación de más de 140 Ayuntamientos y Gobiernos autonómicos en coalición entre el Partido Popular y Vox, y ante la cita electoral del próximo 23 de julio donde, es más que posible, que la reacción pueda recuperar la Moncloa, es urgente que nuestras organizaciones combativas pasen a la ofensiva. Es en la calle como decidiremos el futuro, y es con la movilización como derrotaremos a la extrema derecha.
Y estamos advertidos y advertidas. Si su desprecio y su odio de clase más misógino y LGTBIfóbico es su santo y seña, en estas últimas semanas hemos vivido imágenes propias de la dictadura franquista y que demuestran las ganas que tienen de aplastarnos. Fuera la bandera arcoíris de los balcones institucionales, fuera las Concejalías de feminismo y LGTBI, vamos a prohibir obras de teatro porque hablan de la homosexualidad. Vamos a colocar al frente de nuestras listas a maltratadores, toreros y nazis porque sí, porque son nuestra gente. Colgamos un cartel gigantesco en pleno centro de Madrid tirando a la basura todo lo que nos molesta: el feminismo combativo, la lucha LGTBI, el comunismo. ¿Que una cantante enseña las tetas en un escenario? Multada, detenida y que arda en la hoguera.
Son un peligro muy real. Quienes durante años han tenido que callar y morderse la lengua ante la fuerza de millones en las calles, ya fuera en las mareas moradas feministas, en los Orgullos, en las manifestaciones en defensa de la sanidad y educación públicas… ahora quieren venganza. Por eso estas declaraciones, por eso esta agresividad.
Pero también tenemos que denunciar que estos fachas creen que pueden decir lo que quieran y hacer lo que les da la gana porque la izquierda institucional, con el PSOE a la cabeza, se lo está permitiendo. Compartiendo el mismo lenguaje que Abascal respecto a las personas trans, criticando el feminismo porque “incomoda” a algunos machirulos y hablando de la “carga” que suponen las reivindicaciones LGTBI para el movimiento de las mujeres… ¿así pretenden frenar en las urnas al PP y Vox?
Está claro. Hay miles y miles que no nos resignamos y que no vamos a renunciar a dar la batalla. El Partido Popular y Vox son lo mismo, son nuestros enemigos declarados y no vamos a agachar la cabeza por muy envalentonados que estén. No vamos a permitir que nos encarcelen en el miedo.
Ayer salimos en Madrid, pero también en Málaga, en Coruña, en Bilbo, Gasteiz, Zaragoza y Oviedo, el pasado sábado en València y Gijón, este próximo fin de semana todavía quedan citas muy importantes en otras ciudades como Barcelona. Aquí se ve la fuerza que tenemos cuando nos ponemos en marcha. Los derechos y las libertades no las vamos a defender o mantener en base a negociaciones parlamentarias y de despacho. Lo conquistaremos en base a la lucha, a la organización y a levantar con cada vez más contundencia Orgullos de clase, anticapitalistas y revolucionarios.
Ayer cantábamos: somos malas, podemos ser peores. Que se preparen. Porque el colectivo LGTBI, los gays, lesbianas, bisexuales y trans de la clase obrera, las mujeres trabajadoras… vamos a estar en frente y no daremos ni un paso atrás.