¡Todas y todos a las manifestaciones el 1 de Septiembre! ¡Basta de violencia machista e impunidad!

El viernes 25 de agosto Luis Rubiales, acompañado por la mafia de machistas, misóginos, ladrones y fascistas que dirigen el fútbol español ha declarado la guerra a las mujeres y al movimiento feminista.

El discurso de Rubiales ha sido un manifiesto del machismo más desaforado, de las ideas más reaccionarias y franquistas, de la bajeza más rastrera para culpabilizar a las víctimas, de la justificación más execrable de la violencia contra la mujer, y pasará sin duda alguna a la historia de la infamia.

Un discurso aplaudido a rabiar por una asamblea más parecida a una pocilga, integrada por señores enriquecidos con corruptelas, sobresueldos, dietas y sobres, esos jefes de las federaciones, de los clubs de fútbol, y los dos seleccionadores del equipo femenino y masculino, igual de machistas, puteros y gañanes que él, que no han dudado en vitorear y aplaudir a este apologista de la cultura de la violación.

La ovación a Rubiales es una exaltación a la agresión y al agresor, y la mayor humillación a la mujer agredida.  Cuando este hijo de Vox la ha acusado de "consentir el beso y acercarle a su cuerpo", no ha hecho más que confirmar lo que es, un canalla. Pero también ha intentado dar a todo su vómito una forma acabada, y para ello ha recurrido al odio visceral al movimiento feminista, dejando claro que su tocada de cojones es mucho más que un gesto físico: es una declaración de guerra a las mujeres, y una justificación de la violencia sistémica que sufrimos.

La indignación masiva contra la agresión sexual de Rubiales a Jenni Hermoso ha demostrado la enorme fuerza y apoyo social que ha conquistado el movimiento feminista combativo y de clase, poniendo a este machirulo corrupto contra las cuerdas. Millones de personas y la propia víctima esperaban su cese fulminante por el gobierno y un castigo ejemplar. Pero de forma increíble y nada inocente, Pedro Sánchez y el ministro de Deportes, Miquel Iceta, abrieron una negociación intentando convencerle de que dimitiese a cambio de archivar todas las denuncias que arrastra.

El resultado está a la vista. Rubiales ha utilizado la inacción del gobierno para engañarle, prometiendo dimitir, mientras convertía la asamblea de la Federación en un aquelarre machista y un desafío al movimiento feminista, y disparando directamente contra Irene Montero, Belarra, Echenique o Yolanda Díaz. Pero su puesta de largo no ha hecho más que elevar la indignación que ya existía entre millones de personas contra la manada del fútbol, contra está cosa nostra que se cree por encima del bien y del mal.

¡Basta de impunidad!

La actitud provocadora de Rubiales y los fascistas y machistas que le apoyan se alimenta de décadas de vergonzosa impunidad bajo los gobiernos del PSOE y el PP. El anterior seleccionador femenino, Ignacio Quereda, fue cesado en 2015 tras de 27 años en el cargo, tras acumular denuncias por maltrato psicológico y agresiones sexuales como pellizcar el culo a jugadoras o hacer comentarios como “tú lo que necesitas es un buen macho” sin que nadie moviese un dedo. El ultimátum de las jugadoras hizo que le echasen, pero el gobierno del PP evitó un castigo ejemplar y mayor trascendencia pública.

Durante el mandato de Rubiales el entrenador del Rayo Vallecano femenino, denunciado por animar a una violación grupal, ha conservado su cargo apoyado por la directiva del club mientras aficionadas y aficionados exigen su salida. Randri García, entrenador del Alhama El Pozo de Murcia, denunciado por varias jugadoras por vejaciones sexuales, homófobas y racistas, con pruebas como mensajes de whatsapp, fue eximido de responsabilidad por la federación. Este es el tipo de elementos que jalea a Rubiales.

En los últimos días hemos asistido asqueados a comentarios vergonzosos de periodistas deportivos, “las que se quejan es porque a ellas no las besa nadie”, culpabilizando a la víctima para justificar al agresor o, ¡cómo no!, atribuir el malestar de Jenni Hermoso a que “es homosexual”. ¡Asqueroso e indignante!

También ha sido significativo y bochornoso el silencio atronador de muchos deportistas de élite, actuando como si lo ocurrido fuese lo más normal. Y es que en el sórdido mundo del fútbol profesional, las agresiones y abusos sexuales, los comentarios y actitudes machistas y sexistas, ya no digamos el odio a las reivindicaciones feministas y la LGTBIfobia son el pan de cada día.

Hace un año, cuando el seleccionador Jorge Vilda fue denunciado por 15 jugadoras por abuso y maltrato psicológico que les causaban problemas de salud mental, Rubiales se rió de la denuncia, apoyando que obligase a las jugadoras a mantener sus habitaciones abiertas para tenerlas controladas, inmiscuirse en sus vidas y relaciones o hacer comentarios despectivos o amenazantes. Como buenos machitos compañeros de manada, Vilda devolvió el favor presionando a Jenni Hermoso para que no denunciara. En su asqueroso discurso del 25 de agosto, Rubiales le paga los servicios prestados ofreciéndole... ¡un contrato por 4 años y medio millón de euros financiado por las arcas públicas!

Mientras las  compañeras de Jenni Hermoso y otros deportistas como los futbolistas Borja Iglesias y Héctor Bellerín, la atleta Ana Peleteiro y varias jugadoras de la selección de baloncesto que también denunciaron maltrato y abusos por parte del ex seleccionador en 2021 se sumaban a la indignación social contra Rubiales, otros como el ex seleccionador Luis Enrique mostraban su machismo reaccionario apoyándole. Todos y todas están quedando retratados en este asunto y es imposible la equidistancia.

Capitalismo y patriarcado alianza criminal. Todas a las manifestaciones el 1 de septiembre

La lucha de clases y la lucha feminista, que es un cauce poderoso de aquella, se refleja en esta crisis que ya es política cien por cien.

El poder económico y político de las mafias del fútbol, y la complicidad de los grandes medios de comunicación y las empresas capitalistas que obtienen millones de euros del negocio deportivo, mantienen a todos estos elementos degenerados al frente de clubs de fútbol y federaciones. Ante ello, la política del gobierno del PSOE, como en otros terrenos, está siendo ceder de manera bochornosa pactando con unos mafiosos reaccionarios contra otros. Han tolerado años a un elemento despreciable como Rubiales porque era el rival del fascista presidente de la Liga de Fútbol  Profesional, Javier Tebas, vinculado a Vox y PP. Los resultados están a la vista.

Contra el desafío provocador de Rubiales y la manada del fútbol, la respuesta tiene que ser la movilización masiva en las calles contra está cultura de la violencia hacia la mujer, la impunidad de que gozan los agresores y contra sus protectores en la política, la prensa.y la judicatura patriarcal.

Desde Libres y Combativas llamamos a todas las mujeres, a todos nuestros compañeros que luchan a nuestro lado, a toda la juventud, a llenar las calles este 1 de septiembre para mostrar nuestro puño a esta manada. Vamos a derrotarlos con la acción, porque solo así avanzamos y conquistamos derecho.

Y en esta movilización exigimos que el gobierno destituya de forma fulminante a Rubiales y a los entrenadores de las selecciones femeninas y masculinas de fútbol, y abra una investigación penal, y hasta las últimas consecuencias, de todas las denuncias de machismo, agresiones sexuales y maltrato, y de las gravísimas corruptelas económicas que han enriquecido a estos mafiosos.

Solo fortaleciendo el movimiento feminista de clase y combativo haremos frente a estas agresiones porque somos muy conscientes de que acabar con el machismo y la violencia sexual, en el deporte y en todas partes, pasa por la lucha revolucionaria contra esa alianza criminal que forman el capitalismo y el sistema patriarcal con su justicia e instituciones corrompidas. 

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