¡¡No te olvidaremos!!
Ayer nos dejó el compañero y amigo Rafa. Tenía 71 años, lo conocí en Orduña a donde yo había ido a trabajar y pronto congeniamos e hicimos amistad. De esto hace ya casi 50 años. A principio de los 70 la situación era convulsa, presagiando lo que vino a partir de la muerte del dictador Franco en 1975.
En 1976 entramos en contacto con la UGT y el PSOE aunque, a decir verdad, a nosotros en ese momento lo que más nos interesaba era la lucha sindical. Rafa trabajaba en la Ibérica de Agujas, una empresa de 25 trabajadores, la mayoría mujeres.
Organizamos la UGT en esos años llegando a tener más de 250 afiliados. Pero en poco tiempo tras la instauración del régimen del 78 se redujo a la cuarta parte. Nosotros participamos en los Congresos de la UGT y el PSOE y allí descubrimos que había otras ideas y que nos convencían más: las ideas de los compañeros/as de la UGT de Alava. En 1978 hubo una Conferencia en Vitoria para analizar los Pactos de la Moncloa y ver cómo luchábamos contra ellos. Acudimos y en aquellos momentos ya vimos que Nuevo Claridad, ahora Izquierda Revolucionaria era nuestra organización.
Rafa en los años 80 tuvo problemas en la empresa. Se había presentado a las elecciones sindicales y era delegado. El empresario quería importar agujas de China y empaquetarlas en Orduña con lo que la producción prácticamente desaparecía y con ello unos cuantos puestos de trabajo. Al final el empresario se salió con la suya y Rafa se quedó sin trabajo. En Orduña desaparecieron en aquellos años la mitad de los puestos de trabajo de la industria.
Mientras luchábamos porque la corriente marxista se conociera, nos desplazábamos a la margen izquierda del Nervión, a las movilizaciones que había en Bilbao y, por supuesto, cada dos o tres semanas a Llodio, que es la cabecera de la industria de la zona. No solo eso sino que los años 86-87, cuando las luchas estudiantiles y la formación del Sindicato de Estudiantes, nos desplazábamos a Baracaldo, Sestao, Basauri y otros pueblos a repartir los panfletos a la entrada de los institutos y lo hacíamos con ilusión.
Para ayudar a financiar la organización, conseguimos que nos cediesen un antiguo bar cerrado en las fiestas de Orduña para poder abrirlo como Txozna, ya que el Ayuntamiento no permitía más que locales cubiertos que cumpliesen ciertos requisitos. Con la ayuda de compañeros de Llodio y Vitoria mantuvimos la Txozna varios años con resultados importantes.
Rafa fue un obrero que sabía por lo que luchaba y al que no le importaba hacer los sacrificios que hiciesen falta. Su compromiso con la organización fue total a pesar de los problemas que tuvo por estar en paro y no tener ingresos regulares. Posteriormente encontró trabajo en Vitoria y allí se integró en el grupo de Izquierda Revolucionaria hasta su jubilación cuando volvió otra vez a Orduña.
Rafa luchó por un mundo socialista, un mundo donde todas las personas tengan satisfechas sus necesidades y puedan desarrollar todas sus capacidades.
Rafa ha sido un obrero con una gran conciencia de clase y un fuerte espíritu revolucionario, consecuente y muy comprometido con el trabajo de construcción del partido.
Los más de 40 años de militancia de Rafa no fueron nada fáciles. La tendencia marxista en el movimiento socialista en la que Rafa participó de forma activa dio una dura batalla contra el régimen del 78 en defensa del socialismo y del programa marxista. Batalla que hubo que dar, incluso, dentro de la UGT y PSOE. La burocracia del PSOE y UGT expulsaron a multitud de afiliados por defender el socialismo-marxista.
En los años 90 tras la caída del estalinismo, cuando la prensa burguesa y la burocracia organizaron una ofensiva contra las ideas marxistas, Rafa siguió participando en Izquierda Revolucionaria difundiendo el programa marxista.
En Izquierda Revolucionaria encontró además muchos amigos que han estado con él hasta el último momento, especialmente las compañeras de Llodio Anita y Mabel.
Todos nosotros en Rafa encontramos además de un buen compañero, un amigo entrañable. De esos que sabes que siempre están y estarán a tu lado. A Rafa le encantaba reír y tenía un gran sentido del humor.
Nos ha dejado un proletario conocedor del enorme potencial que tiene la clase trabajadora, la clase que con su esfuerzo mantiene día y noche en marcha la sociedad para que funcione.
Rafa nos ha dejado en agosto, aniversario del asesinato por parte de Stalin del gran revolucionario ruso León Trotsky. Compañero Rafa a ti también: “legamos tu recuerdo irreprochable a las generaciones más jóvenes de los obreros del mundo. Con justicia vivirás en los corazones de todos aquellos que trabajan, sufren y luchan por un mundo mejor”.
Dejad que, a partir de ahora, Rafa, como otros muchos revolucionarios que le han precedido, participe, invisible, de vuestras batallas, ya que no tendrá la dicha de participar de vuestra victoria final!
Rafa nunca te olvidaremos.
Que la tierra te sea leve.
Miguel Mitxitorena