1. Porque bajo el capitalismo, mientras una minoría de banqueros, especuladores y grandes empresarios amasa beneficios escandalosos, para la juventud y la clase trabajadora solo hay recortes, precariedad, salarios miserables, desempleo y un futuro sin oportunidades.

2. Porque tenemos claro que hay que acabar con el régimen del 78, que mantuvo intacto el aparato del Estado franquista, la monarquía corrupta y está al servicio del IBEX 35. Porque gobernar con las reglas del juego del capitalismo implica, al final, someterse al poder de las eléctricas y las grandes inmobiliarias, aceptar los desahucios y las colas del hambre, justificar la violencia racista contra los inmigrantes y las guerras imperialistas, y responder con antidisturbios y represión a las luchas obreras y sociales.

3. Porque la paz social y el españolismo del PSOE no ha hecho más que envalentonar a Vox y reforzar al PP. Porque a la extrema derecha no se la combate de la mano de un aparato estatal plagado de fascistas y reaccionarios, ni de sus instituciones, su policía o su poder judicial, siempre al servicio de los poderosos. Tampoco estableciendo “cordones sanitarios” con la pretendida “derecha democrática”, que como vemos en toda Europa y el mundo es una farsa. Para la clase dominante, las formaciones de ultraderecha son útiles en la defensa del sistema capitalista frente al movimiento obrero y la revolución. Las protege, las financia y llegado el caso las arma. Por eso, los trabajadores y la juventud debemos basarnos en nuestras propias fuerzas, e impulsar un movimiento de masas que les haga frente en todos los planos, con un programa de clase y socialista.

4. Porque la experiencia demuestra que no podemos conformarnos con votar cada cuatro años, que los derechos se conquistan luchando. Así lo hemos hecho desde Izquierda Revolucionaria, junto a los y las jóvenes del Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas, impulsando movilizaciones masivas en defensa de la enseñanza y la sanidad públicas, por el derecho a decidir y la república socialista, contra la violencia machista y la justicia patriarcal, contra la LGTBIfobia, el racismo, el cambio climático y la represión. Y también en huelgas obreras emblemáticas, defendiendo un sindicalismo de clase, combativo y democrático.

5. Porque rechazamos la dictadura del capital financiero que decide sobre nuestras vidas y nos negamos a que el “sí se puede” se convierta en “no se puede, los capitalistas no lo permiten”. Sabemos que enfrentar a los poderosos no es fácil, pero no tenemos miedo a hacerlo. No nos resignamos a vivir en un mundo de miseria, explotación, guerra y barbarie. Por eso construimos una organización revolucionaria, internacionalista y anticapitalista, en lucha por una sociedad socialista.

Es la hora de tomar partido ¡Únete a Izquierda Revolucionaria!

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