Bajo las palabras de varios maquis y del alcalde de Santa Cruz de Moya, y bajo los acordes del recientemente fallecido José Antonio Labordeta, se desarrolló el XXII Homenaje a la Guerrilla Antifranquista. Este homenaje es el corolario a unas jornadas sobre el tema organizadas por la asociación La Gavilla Verde. En este pueblo conquense se sitúa un monumento de homenaje al maquis, localizado en una zona de actuación de la Asociación Guerrillera del Levante y Aragón (AGLA).
Con este tributo a tanta gente que luchó con escasos medios contra el criminal régimen fascista, se contribuye a la memoria de una página olvidada por las instituciones (lógico, pues son herederas del franquismo) e incluso, desgraciadamente, por los dirigentes de las principales organizaciones de izquierda. Mientras los medios de la derecha presentan a los maquis como delincuentes y bandidos, es responsabilidad de la izquierda honrar el esfuerzo, tanto de los guerrilleros como de tantos revolucionarios que dieron su vida en la guerra civil, y de tantos resistentes que desde la clandestinidad actuaron contra el fascismo (tanto en el Estado español como en Francia).
Por tercer año consecutivo, la Corriente Marxista estuvo presente en el acto. Compañeros madrileños y valencianos ofrecimos nuestro periódico y vendimos alrededor de cien euros en material político expuesto en una mesa a los asistentes, entre los cuales había de todos los rincones del Estado y también franceses, muchos de ellos familiares de maquis.