¡Continuar la lucha hasta derrotar al gobierno de los banqueros y los empresarios!
Los pasados 1 y 2 de diciembre realizamos en Madrid la Vª Conferencia sindical de la Corriente Marxista El Militante. Con una participación de más de 140 trabajadores y sindicalistas de CCOO, UGT, CGT, CIG y LAB, abordamos en profundidad las perspectivas para la lucha de clases en el Estado español e internacionalmente, aportando las experiencias de numerosos sectores que están en lucha, y explicando en detalle el trabajo que día a día realizan los delegados obreros que apoyan las ideas del marxismo en fábricas, comités de empresa y secciones sindicales. En la Conferencia hemos contado con decenas de delegados de empresa, además de activistas sindicales y trabajadores de numerosos sectores: construcción, metal, naval, textil, logística, sanidad, administración pública, hostelería, enseñanza, comercio, limpieza, campo, transporte, telecomunicaciones, químicas, justicia, atención a la discapacidad…compañeros que están en primera línea en defensa de los derechos de los trabajadores frente a los ataques provenientes tanto de la patronal como desde el Gobierno del PP o el de las Comunidades Autónomas.
Huelga general del 14N: la fuerza de la clase obrera y la continuidad de la lucha
En este último año millones de trabajadores y jóvenes han llenado las calles en multitud de ocasiones contra la ofensiva del gobierno del PP sobre los derechos laborales y sociales conquistados en los últimos cuarenta años, y contra sus intentos de privatizar servicios esenciales como la educación y la sanidad públicas. Una escalada de huelgas y movilizaciones que cada día más se parecen a las vividas en los años setenta y que precipitaron la caída de la dictadura franquista.
La crónica de este ascenso es larga: desde la huelga general del 29-M, la marcha minera, las manifestaciones masivas del 19 de julio y el movimiento jornalero en verano; en el mes de septiembre la marcha a Madrid del 15-S y las grandes movilizaciones del 25-S, del 29-S y del 7 de octubre, que fueron inmediatamente seguidas por las movilizaciones en defensa de la enseñanza pública convocadas por el Sindicato de Estudiantes, con un impacto tremendo entre la clase obrera, y que dejaron claro el substrato de radicalización que se está desarrollando entre la juventud. Estas tendencias de fondo desembocaron finalmente en la convocatoria de la huelga general del 14N. Su éxito así como la asistencia multitudinaria a las manifestaciones, a pesar de las mentiras del PP y los medios de comunicación de la burguesía, de la represión patronal y los servicios mínimos, ha sido inapelable.
Este balance fue subrayado en la introducción política de la Conferencia, realizada por el compañero Juan Ignacio Ramos. En la misma también se trató a fondo la naturaleza de la crisis capitalista actual, su profundidad, y sus consecuencias políticas. Se explicó como los marxistas nos hemos mantenido firmes en un análisis dialéctico de este nuevo periodo histórico, caracterizado por la completa ruptura del equilibrio capitalista. En estos años hemos combatido tanto las ideas provenientes de los círculos reformistas de las direcciones sindicales, como los clichés y esquematismos de muchos elementos sectarios y oportunistas que pululan por la periferia del movimiento. Por ejemplo, el argumento esgrimido por algunos “teóricos” de que sólo una nueva fase de recuperación económica podría impulsar a la clase obrera a movimientos de envergadura; que el miedo atenazaría la respuesta de los trabajadores; que la ausencia de conciencia de clase era la nota dominante, o el desprecio por el papel que las huelgas generales están jugando en la recomposición de las fuerzas del movimiento obrero incorporando a nuevas capas, frescas y sin los prejuicios de pasado, a la lucha.
Frente a estas opiniones, los marxistas hemos defendido que, con todas las contradicciones inevitables, esta nueva época recorrida por una brutal crisis de sobreproducción empujaría a la clase dominante a una ofensiva sin cuartel y asistiríamos a una aguda lucha de clases, a la recuperación de métodos clasistas que aparentemente se habían perdido, y a una sacudida social que desembocaría, a ritmos diversos en función de los países, en conflictos políticos de consecuencias revolucionarias. Los países capitalistas desarrollados están afectados por una inestabilidad política crónica, una polarización creciente y una radicalización hacia la izquierda de amplios sectores de la juventud y el movimiento obrero. Una época en la que la crisis del reformismo, de la socialdemocracia y su referente en el movimiento sindical es evidente. Y ese es el marco en el que realizamos nuestro trabajo dentro de los sindicatos obreros en el Estado español.
Una amplia experiencia de lucha
Las exposiciones de los compañeros asistentes dieron una panorámica de los nuevos tiempos que corren para el movimiento obrero organizado. Como no podía ser de otra manera, la lucha de los empleados públicos, y especialmente la ejemplar movilización de los trabajadores del sector sanitario madrileño contra los intentos de privatización del gobierno regional, tuvieron un amplio espacio en la discusión. También las experiencias concretas en muchas empresas, comités y secciones sindicales, que demostraron como es posible enfrentarse a los patronos con un sindicalismo de clase, combativo, y con un contenido socialista. Se pusieron numerosos ejemplos de los avances que los sindicalistas marxistas de El Militante estamos alcanzando en numerosas secciones sindicales y comités de empresa de todo el Estado, y también entre muchos afiliados de base de CCOO, UGT, CGT y otros sindicatos. De hecho, las enmiendas alternativas que hemos presentado de cara al X Congreso de CCOO han obtenido un gran apoyo en muchas asambleas de federaciones, en Galicia, en Madrid, en Andalucía, en Asturias, región esta última donde han sido aprobadas como mayoritarias en el Congreso del sector postal y pasarán al Congreso de la Federación estatal, y que muy probablemente lleguen al Congreso Confederal.
La intervención de la compañera Isabel Morales, delegada por CCOO en el Comité de Empresa de H&M fue un ejemplo de cómo se puede combatir la represión patronal y el más cruel moobing (acoso laboral) con una acción sindical combativa y basada en el contacto cotidiano con las trabajadoras. También la de Juan Carlos Morales, secretario general de la sección sindical de UGT en el Ayuntamiento de Madrid (laborales), que hizo una exposición de la acción reivindicativa que están llevando a cabo en el sector y la coordinación que se está estableciendo entre comités de empresa de empresas públicas (Metro, EMT, Ayuntamiento, etc.,), para unificar la respuesta de los trabajadores a las políticas del gobierno regional del PP.
La conferencia también abordó la lucha de clases internacional, dedico especial atención a las movilizaciones obreras en la UE, a la crisis prerrevolucionaria que vive Grecia, a la situación política en Portugal y, por supuesto, a nuestros compañeros y hermanos de América Latina. En el debate reafirmamos una vez más el carácter internacionalista del programa marxista en la lucha contra el capitalismo, con la presencia y participación de Nelson Rodríguez, dirigente obrero de la fábrica ocupada INVEVAL y de la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE) de Venezuela, y con la de Adrián Belman, miembro del Sindicato Mexicano de Electricistas.
Cabe por último destacar la delegación de trabajadores y sindicalistas que asistieron a esta conferencia desde Villaverde del Río (Sevilla). De entre ellos, las intervenciones de Antonio Ruíz, presidente por CCOO del Comité de Empresa de Sovena en Brenes, (Sevilla), y concejal de IU en el Ayuntamiento, y de Santiago Jiménez, alcalde por IU de esta localidad sevillana, desgranaron el ejemplo de combate y compromiso del “gobierno obrero” de Villaverde, que se ha mantenido firme en no aplicar ni recortes sociales ni salariales, además de municipalizar servicios, como el de la atención a la dependencia, antes en manos de empresas privadas. Un gobierno municipal dirigido por marxistas que se basa en la participación democrática de los vecinos, a través de las asambleas abiertas, para decidir colectivamente la política de la corporación y las movilizaciones y acciones que las hagan posible.
Necesitamos un sindicalismo con un contenido socialista y revolucionario
Las intervenciones sobre el trabajo cotidiano concreto en cada empresa estuvieron acompañadas de otras en las que se situaba nuestra actividad sindical en el contexto de la crisis capitalista, concluyendo que el próximo periodo estará caracterizado por un endurecimiento sin precedentes del conflicto entre las clases, proporcionando grandes oportunidades a los marxistas para reforzar nuestra influencia en las organizaciones de masas.
Las conclusiones a extraer de estos dos días de debates son claras: necesitamos levantar un sindicalismo de clase, combativo y democrático, que unifique las luchas, las coordine, la dote de una estrategia para ganar el apoyo de la población y sea capaz de proponer una alternativa socialista consecuente frente a la estrategia global de los empresarios, banqueros y los gobiernos que están a su servicio. Es necesario organizar un fuerte movimiento por abajo, desde los comités de empresa, secciones y delegados sindicales, para dar la batalla dentro de nuestros sindicatos y eliminar de una vez por todas un modelo basado en la paz social —que es evidente para todos que no sirve para parar a los capitalistas— por el que realmente necesitamos los trabajadores: uno basado en la lucha, en la democracia de la base y en defensa de un programa que vincule el rechazo a todos estos retrocesos con el combate por cambiar la sociedad, por el socialismo.
Estas conclusiones quedaron plasmadas de forma concreta en las trece resoluciones aprobadas, todas ellas por aclamación, y que publicamos junto a esta crónica. La Vª conferencia sindical de El Militante ha supuesto un impulso para conseguir que los trabajadores nos dotemos de herramientas de lucha que estén a la altura de las actuales circunstancias históricas. Hoy más que nunca, el trabajo sindical requiere de una visión clara de las tareas generales para el próximo período y una fuerte determinación para poder llevarlas a la práctica.