Los pasados 7 y 8 de noviembre dábamos el pistoletazo de salida en Asturies a la campaña de actos públicos antifascistas que estamos convocando el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria a lo largo de todo el Estado. Tanto en Uviéu como en Xixón, unas decenas de jóvenes y algunos veteranos sindicalistas pudimos discutir a fondo cuáles son las causas del ascenso global de la ultraderecha y el fascismo y reflexionar sobre qué programa y qué métodos son realmente eficaces para combatirlo.
Un debate muy oportuno a pocos días de la victoria de Trump en EEUU o mientras se sigue perpetrando el genocidio sionista contra el pueblo palestino con la complicidad y apoyo del imperialismo estadounidense y europeo.
Durante las semanas previas, nuestras compañeras y compañeros han hecho un esfuerzo militante pegando centenares de carteles y repartiendo miles de hojas en centros de estudio, universidades, estaciones de tren y autobús y en barrios obreros.
Toda esta difusión nos ha permitido constatar el fuerte interés que suscita este tema entre la juventud, y también entre trabajadores, que vemos y sufrimos los ataques brutales y cada vez menos disimulados a los derechos democráticos, a las mujeres y la comunidad LGTBI, a nuestros hermanos de clase inmigrantes, a sindicalistas y militantes de la izqueirda combativa. Por eso, estos actos han sido una muy buena oportunidad de profundizar en cómo organizarnos y dar una respuesta política seria tanto en los barrios como en nuestros centros educativos.
Con un formato pedagógico y dinámico, dejando un espacio amplio para el debate y las preguntas, en ambos actos destacamos la importancia de echar la mirada atrás para aprender de los aciertos y errores de nuestra historia. Son numerosos los ejemplos, muy presente estuvo el Octubre del 34 en Asturies, del que este año se cumplen 90 años. La comuna asturiana en la que los trabajadores tomaron el poder por unas semanas, combatieron al fascismo con las armas en la mano y pusieron a prueba su enorme capacidad para construir una sociedad libre de explotación.
El denominador común de muchas de las derrotas revolucionarias es la falta de una organización de izquierdas combativa y coherenrte que confronte con los poderes establecidos y ponga en manos de la juventud y la clase obrera todas las herramientas necesarias para lograr poder acabar con el cpaitalismo. Por eso, insistimos en la importancia de entender que la extrema derecha también avanza por los graves errores de esa izquierda institucional que se adapta al sistema y está encantada con la paz social. Una izquierda que con sus concesiones permanentes a la banca, a los especuladores inmobiliarios, a la policía y los tribunales llenos de fascistas y franquistas no hace más que llenar los bolsillos de los capitalistas y envalentonar a la reacción.
La conclusión es clara: la organización es la mejor respuesta, porque si algo demuestra la historia es que nosotras somos más y mucho más fuertes.
También hablamos acerca de la presencia de los grupúsculos fascistas en nuestros barrios, que en el caso de Xixón están actuando con total impunidad y a los que como Sindicato de Estudiantes hemos denunciado por agredir y amenazar a nuestros compañeros en varias ocasiones. El papel reaccionario que juega la monarquía y un aparato del Estado que jamás fue depurado tras la muerte del dictador, han sido temas que han surgido en los coloquios.
Tenemos que destacar que en Xixón nos prohibieron la utilización de varios espacios públicos de la ciudad para celebrar este acto, como la Escuela de Comercio y la Federación de Asociaciones de Vecinos. Esta última que se había comprometido a cedernos su espacio, en un acto de censura política propio del franquismo, nos lo denegó por sorpresa dos días antes de la celebración del acto. Una vergonzosa cesión a las presiones de la derecha y extrema derecha por parte de una izquierda reformista que se pliega ante ellos y de esta manera les da alas.
Pero no consiguieron evitar que se llevara a cabo. En otro recinto, el acto no solo fue muy bien recibidos, sino que se convirtió en un espacio de intercambio, aprendizaje y una herramienta útil para enfrentar al fascismo en este momento.
La Fundación Federico Engels también estuvo presente con sus materiales, y es que está claro que no puede haber práctica sin teoría revolucionaria.
Al finalizar ambos actos se respiraba muchísima combatividad y confianza, porque si algo quedó claro es que ¡al fascismo no se le discute, se le combate!