HG_26_sepAbajo los recortes del PP

UGT y CCOO deben apoyar la huelga general convocada por la mayoría sindical vasca, y extenderla a todo el Estado

El ejecutivo de Rajoy, al servicio de la gran banca, de la CEOE y el FMI, ha aprobado la batería de recortes sociales más brutal desde la dictadura franquista. En apenas seis meses, ha eliminado derechos de los trabajadores e impuesto un tijeretazo al gasto social que nos ha hecho retroceder treinta años. Ningún sector se salva. El despido de miles de profesores, el recorte salvaje del gasto en sanidad y educación pública, la reducción de las pensiones y el subsidio de desempleo, la supresión de una paga extra a los trabajadores del sector público, la privatización de RENFE y otras empresas estatales, el cierre de los pozos mineros, el aumento de los impuestos indirectos, el encarecimiento de los transportes, los combustibles, la luz y un largo etcétera, supondrán un empobrecimiento generalizado de las familias trabajadoras y el aumento del número de parados hasta tasas insoportables.

Las huelgas generales sí sirven

La patronal vasca Confebask, al igual que el  PNV y el PP, está lanzando el mensaje de que las huelgas no arreglan la situación y no sirven para nada. Es falso. La huelga general es una de las mayores medidas de fuerza con que cuenta la clase obrera. Que en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) se hayan podido frenar algunas de las medidas implantadas por el Gobierno de Rajoy es producto de la presión social y de la movilización a través de las sucesivas huelgas generales con un marcado protagonismo de los trabajadores. Las huelgas generales en Euskal Herria también han contribuido a la ruptura del pacto del PSE-PSOE con el Partido Popular, que la derecha hizo público en el mes de mayo dando lugar a la convocatoria de elecciones anticipadas para el día 21 de octubre.

Los trabajadores en activo y desempleados, los jóvenes, los pensionistas, somos fuertes y así lo hemos demostrado contundentemente una y  otra vez en la calle, particularmente en la huelga general del 29 de marzo donde, por primera vez en años, participaban el mismo día todas las fuerzas sindicales al sumarse UGT y CCOO a la convocatoria de la mayoría sindical vasca. Lo mismo ocurrió el pasado 19 de julio, cuando cerca de un millón de manifestantes en Madrid, más de 500.000 en Barcelona, cientos de miles en Andalucía, y lo mismo en Galicia, en Euskal Herria, en Canarias, en Baleares, en Castilla León y Castilla-La Mancha, y a lo largo y ancho de todo el Estado, clamaron contra los ataques del PP demostrando un fuerte sentimiento de unidad y recordando, en la práctica, que no hay ninguna razón que justifique que la mayoría sindical vasca no apoyase junto a UGT y CCOO las movilizaciones que se llevaron a cabo ese día.

Por la unidad de acción sindical, por un sindicalismo de clase, democrático y combativo

euskalherrria_hgLa unidad de acción en la lucha es una demanda asumida por la mayoría de la clase trabajadora, que sabe muy bien que para ganar a un enemigo poderoso se requiere de la máxima unión y de la mayor contundencia. La unidad en la lucha no significa la renuncia a plantear críticas ni abandonar las posiciones que cada fuerza sindical considere más oportunas. Al contrario. La unidad de acción permitirá que las políticas que defiendan con mayor coherencia los intereses de los trabajadores ganen en audiencia y apoyo.

La Huelga General del 26 de septiembre convocada por la mayoría sindical vasca junto a más de 100 colectivos sociales es un paso adelante. Sin embargo desde el punto de vista de los marxistas la huelga no debe ser simplemente para que los recortes no se apliquen en Euskal Herria, como si nos diese igual que se apliquen o no en el resto del Estado. Queremos acabar con esas medidas y para ello es necesario unir todas las fuerzas del movimiento obrero en la escala más amplia posible. La clase trabajadora no tiene fronteras. Sabemos por experiencia que los recortes en otros países nos afectan directamente, y que las luchas y las victorias de la clase trabajadora latinoamericana, árabe, europea o asiática son también nuestras.

Solo luchando unidos, en Euskal Herria, en todo el Estado y a escala europea e internacional podremos dar una alternativa a la crisis del capitalismo que busca destruir las conquistas históricas de nuestra clase y al propio movimiento obrero organizado, individualizando las relaciones laborales, implantando el despido libre e intentando destruir los sindicatos de clase.

Los dirigentes de UGT y CCOO tienen una gran responsabilidad con lo que está ocurriendo. Deben abandonar la nefasta política de pactos, consenso y fragmentación de las luchas, elaborar un calendario serio de movilizaciones ascendentes, y con carácter inmediato deben extender la jornada de huelga del 26 a todo el Estado, incluso ampliándola a 48 horas y preparando inmediatamente una huelga general a escala europea.

Para garantizar el éxito de la huelga del 26 de septiembre es necesario convocar asambleas democráticas y decisorias, crear comités de huelga en cada centro y barrio obrero con representantes elegibles y revocables en cualquier momento; hay que coordinar estos comités y extenderlos al nivel más amplio posible.

Los trabajadores, sindicalistas y jóvenes que pertenecemos a la Corriente Marxista El Militante, y somos activistas de los sindicatos de clase, proponemos el siguiente plan de lucha y un programa para confrontar con el del gobierno:

  • Por la retirada de todos los planes de ajuste aprobados por el PP desde que llegó a La Moncloa. En defensa de la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales Públicos. En defensa de todos los puestos de trabajo.
  • Sí hay dinero ¡Lo tienen los banqueros! ¡Expropiación sin indemnización de la gran banca y el conjunto del sector financiero, bajo control democrático de los trabajadores y sus organizaciones! ¡Utilización de los recursos financieros para la puesta en marcha de un plan de inversiones masivas en sanidad, educación, servicios sociales y vivienda pública!
  • ¡No a la amnistía fiscal a los defraudadores, que son los grandes empresarios y banqueros del país! ¡Aumento drástico de los impuestos a las grandes fortunas! ¡Confiscación del patrimonio de los defraudadores!
  • Basta de pérdidas de poder adquisitivo. Por una escala móvil precios-salarios. Jornada laboral de 35 horas sin reducción salarial. Salario mínimo de 1.100 euros al mes.
  • Subsidio de desempleo indefinido hasta encontrar un empleo. Expropiación bajo control obrero de las empresas que se declaren en quiebra o en suspensión de pagos.
  • Paralización de todos los desahucios. Juicio y encarcelamiento de los banqueros responsables de la quiebra de Bankia y de la estafa de las “preferentes”.
  • Por la defensa del derecho de autodeterminación para las nacionalidades históricas, Euskal Herria, Galiza y Catalunya.

La lucha debe adquirir un carácter político. Por un programa auténticamente socialista

Por supuesto la huelga general es un medio importante pero insuficiente para acabar con el capitalismo, igual que ocurre con las urnas y los votos en la actual “democracia” que en realidad esconde la dictadura del capital financiero. Para lograr nuestros objetivos la lucha debe adquirir un carácter político: además de movilizarnos en la calle, hay que organizarse y defender una alternativa socialista.

La convocatoria de elecciones autonómicas para el 21 de octubre ofrecerá una nueva posibilidad de expresarse en ese terreno a la clase trabajadora y la juventud y, como las encuestas anticipan, se producirá un voto de castigo a los responsables de los recortes sociales. El crecimiento del número de diputados de la Izquierda Abertzale (EH-Bildu), que será la gran vencedora, puede dotar a la clase trabajadora vasca de una herramienta valiosa para dar pasos adelante en la lucha contra este sistema reaccionario si defienden una alternativa auténticamente socialista. Las instituciones son un altavoz para hacer propaganda por las ideas socialistas y organizar al movimiento obrero, pero hay que dejar claro que eso es incompatible con la firma de pactos y acuerdos con la burguesía vasca, que representan el PNV y EA, y que implicaría la defensa del capitalismo en Euskal Herria a costa de la clase trabajadora.

Estamos ante momentos decisivos. La crisis del capitalismo ha puesto en cuestión el futuro y los derechos de millones. Es el momento no sólo de participar en las protestas en las calles, sino de luchar por la transformación socialista de la sociedad, de participar en política defendiendo un programa alternativo al sistema capitalista.

Estas son las ideas que defiende la corriente marxista El Militante. ¡Únete a nosotros para fortalecerlas!

¡POR LA UNIFICACIÓN DE LAS LUCHAS Y LA HUELGA GENERAL DE 48 HORAS!

¡ABAJO EL GOBIERNO DEL PP!

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