1364668096_376140_1364668884_noticia_normalEl PP ha anunciado una reconversión más de los astilleros públicos. Como aperitivo, está intentando recortar brutalmente los derechos sociales recogidos en el convenio de Navantia. Lamentablemente, el pasado día 16 la mayoría del Comité Intercentros firmó un preacuerdo que renuncia a muchos de esos derechos. El Sector Crítico de CCOO de Navantia rechaza ese preacuerdo de convenio y demanda el inicio ya de una movilización sostenida contra el PP.

 

Comunicado del Sector Crítico de CCOO ante el convenio y el plan de Navantia

NO AL PREACUERDO, SÍ A INICIAR YA LA LUCHA CONTRA EL PP

El preacuerdo de convenio firmado la semana pasada equivale a la cesión sin lucha de la inmensa mayoría de los derechos sociales conquistados por los trabajadores durante décadas. Incluso se renuncia a un derecho, como el cartucho de Navidad de los jubilados, que ni es nuestro (de los trabajadores en activo) ni lo conquistamos nosotros, sino ellos, como muchos otros derechos de los que venimos disfrutando. Una indecencia.

La claudicación del Comité Intercentros llega hasta el punto de renunciar al derecho (procedente del convenio de la Bazán) de recolocación en otro puesto de trabajo para los trabajadores a quienes se conceda una incapacidad permanente para su profesión habitual por enfermedad común. En otras palabras, el Comité Intercentros admite el despido de trabajadores por el simple hecho de estar enfermos. Sindicalmente inaceptable.

Firmar este convenio representaría un gravísimo error sindical porque sería un convenio firmado sin intentar defender los derechos de los trabajadores. Sería un convenio desde la resignación de los dirigentes sindicales, que no tienen una voluntad real de oponerse a los recortes, como demostraron con la contrapropuesta que presentaron a la empresa el 10 de julio, contrapropuesta rechazada masivamente en la factoría de Ferrol, la única donde los trabajadores pudimos debatirla y votarla, pero porque el Sector Crítico realizó una recogida de firmas que obligó al comité de empresa a convocar una asamblea general. Firmar este convenio constituiría la peor de las derrotas, la derrota de la batalla no dada.

Por si no bastase con la falta de carga de trabajo, que, a pesar de todas las mentiras del PP, no llega, la empresa anuncia un plan estratégico para el 4 de diciembre y hay declaraciones del ministro del ramo sobre la constitución de un holding español de Defensa con participación de capital privado. No tiene sentido aceptar este convenio con la seguridad de que, en poco más de un mes, tendremos un ataque mucho más grave en el que, vistas las políticas del gobierno, no se puede descartar nada. El último ejemplo lo tenemos en Tragsa, empresa pública perteneciente a la SEPI igual que Navantia, en la que el PP planteó la semana pasada el despido de casi 1.700 trabajadores. Defender ahora nuestros derechos es la mejor forma de prepararnos para defendernos de los brutales e inminentes ataques que nos esperan en el plan. La firma de este convenio sólo nos debilitaría.

Debemos responder contundentemente al PP y prepararnos desde ya para dar la batalla contra cualquier medida que pueda tomar. No esperemos pasivamente a que el PP mueva ficha, tenemos que pasar a la ofensiva contra este gobierno de los ricos que está sumiendo a la clase obrera en la miseria.

La estrategia que puede derrotar al PP tiene dos ejes:

  1. Unificación y extensión de las luchas. Como la Bazán ayer, Navantia tiene hoy que volver a ser un motor de la lucha obrera, tiene que volver a impulsar la unidad de todos los trabajadores en un movimiento común en defensa de nuestros intereses de clase, en defensa de los intereses de todos.
  1. Dirigir la movilización directamente contra el gobierno, convirtiendo la lucha de Navantia en un símbolo de la lucha contra sus recortes antiobreros, en un nuevo frente contra el PP, como es la lucha contra la LOMCE o la marea blanca sanitaria en Madrid, o como fue la lucha de los mineros el año pasado.

En vez de firmar un preacuerdo que es una claudicación en toda regla y representa una dejación de sus funciones como defensores de los derechos de los trabajadores, lo que debe hacer el Comité Intercentros es preparar un calendario de movilizaciones conjuntas de todas las factorías con acciones de todo tipo (manifestaciones, encierros, marchas, ocupaciones de edificios públicos, boicot a plenos municipales, una huelga general conjunta en nuestras comarcas, etc.).

Ese calendario también debe incluir una marcha a Madrid, como forma de darle proyección pública a nuestra lucha, pero también para celebrar una asamblea general de los trabajadores de todas las factorías de Navantia que ayude a superar las estrecheces localistas, en muchos casos fomentadas por los dirigentes sindicales con el fin de crear divisiones entre los trabajadores de las distintas factorías, para así desmoralizarlos y facilitarles seguir con su trantán de paz social.

En este sentido, el comité de empresa de Ferrol debe iniciar ya una ronda de asambleas parciales informativas sobre el contenido del preacuerdo y culminarla con una asamblea general decisoria. El Sector Crítico de CCOO llevará a esta asamblea general de Ferrol, por ser la factoría donde es mayor el rechazo a este preacuerdo, una propuesta concreta (a trasladar a los trabajadores del resto de las factorías, si es aprobada): realizar inmediatamente un primer paro conjunto de toda Navantia, con salida a la calle y ocupación de un edificio público.

La derecha y los empresarios están librando una auténtica guerra para acabar con los derechos conquistados por los trabajadores en una lucha de décadas. Debemos defenderlos. Pero esto será imposible si nosotros mismos renunciamos a ellos.

No frenaremos los planes del PP dando argumentos en una mesa de negociación. En el pasado, los derechos se conquistaron luchando; y en el presente, los derechos sólo se podrán defender luchando. La única garantía que tenemos los trabajadores es nuestra propia fuerza: la fuerza que nos dan la conciencia, la organización y la movilización. Pero esa fuerza también depende de tener unos dirigentes dispuestos a luchar. Y se está demostrando que hay mucha más combatividad y claridad de ideas en la base que en unas cúpulas que están acomodadas.

Cuando son tiempos de lucha y los dirigentes no quieren luchar, o no saben cómo hacerlo, se convierten en un obstáculo. Prepararnos para el plan también significa que los trabajadores impulsemos dentro de nuestros sindicatos un sindicalismo combativo, de clase y democrático como alternativa a este sindicalismo claudicante que cada día se demuestra más incapaz de defender los intereses de los trabajadores.

A lo mejor acabamos en el matadero, ¡pero no vayamos voluntariamente como ovejitas resignadas! No le facilitemos las cosas al PP. ¡Todos a la lucha contra este gobierno y en defensa del futuro!

Navantia, 21 de octubre de 2013

DESCARGA EN PDF LOS CARTELES DEL SECTOR CRÍTICO DE CCOO DE NAVANTIA

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