¡Hay que extenderla a todas las factorías del estado!
El lunes 14 de octubre se inició la huelga indefinida en la planta de Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona), con un seguimiento del 100%. Por la mañana, ante el piquete pacífico de 200 trabajadores en la puerta de la fábrica, la policía autonómica cargó sin previo aviso y sin motivo, un ejemplo más del papel de hostigamiento y provocación con que el gobierno de CiU utiliza a los Mossos. Las imágenes que han circulado por las redes hablan por sí solas.
Plan salvaje de despidos y reducción salarial
La situación de Panrico, 4.000 trabajadores y con fábrica en Valladolid, Madrid, Puente Genil y Zaragoza, además de en Santa Perpètua, ha ido de mal en peor. Primero, la familia Costafreda se la vendió por un buen picotazo a un fondo de capital riesgo, Apax, y desde junio, el único accionista de Panrico es otro fondo de capital riesgo, Oaktree, de EEUU, que ha puesto a la cabeza de la dirección a Carlos Gila, un “experto en reestructuraciones”, un superdirectivo con superretribuciones y con un historial en empresas como la Seda y Azucarera Ebro.
Esta dirección es la que presentó un ERE por el cual pretende deshacerse de la mitad de la plantilla (1.914 despidos) y rebajar los sueldos entre un 35% y un 45% de media a los asalariados y un 20% a los autónomos. Y en esta guerra de nervios con que la dirección de Panrico quiere apabullar a los trabajadores, ante el anuncio de huelga, la empresa presentó preconcurso de acreedores. Los trabajadores han dejado de cobrar la nómina de septiembre, y el preacuerdo alcanzado el jueves 10 de octubre por el comité intercentros, por el cual la empresa se comprometía a pagar por plazos los salarios, fue rechazado por la asamblea de trabajadores del sábado 12 en Santa Perpètua. La plantilla exige el pago de las nóminas y planta cara a las maniobras de la dirección de la empresa. Ni el ERE está justificado, ni las cuentas ni la gestión comercial están claras. La gestión de Panrico da más la impresión de un saqueo que de un “intento de reflotar” la marca.
CiU responde con la represión
El viernes 18 de octubre los Mossos intervinieron por segunda vez. En esta ocasión para que la empresa pudiera sacar parte de la producción que tenía almacenada. Trabajadores que participaban en el piquete en las puertas de la factoría fueron retenidos por la fuerza y amenazados. El relato del secretario comarcal de CCOO acerca del incidente que tuvieron con la policía al ir en coche hacia el piquete es muy elocuente: “nos obligó a detenernos de malas maneras y nos recibió con la siguiente expresión: ‘…vosotros sois tontos…’ y cuando le solicitamos que se dirigiera con respeto y educación, su reacción fue retenernos, pedirnos la documentación y decirnos: ‘…ahora os voy a cachear y a registrar el vehículo, además de meteros una multa…’ y sí… 200 euros de multa, lo que no logramos entender ni mi compañero ni yo es el motivo de la multa: ‘…desobedecer una orden en una situación de urgencia…’. Como he comentado antes, no se desobedeció en ningún momento, pero la situación de urgencia a la que se refiere el ‘señor agente’ era meter cuatro camiones en dirección contraria (o sea por donde circulábamos nosotros) para que llegaran a Panrico lo antes posible para cargar producto. ¿Eso es una situación de urgencia? ¿Abastecer el mercado de Donuts es una situación de urgencia?”.
Despidos para los trabajadores, sueldos millonarios para los directivos
La estrategia de la empresa es jugar a fondo al chantaje y a la división entre las diferentes plantas. El consejero delegado ha planteado abiertamente que los centros “ganadores” serán aquellos que pacten un mejor ajuste salarial. Globalmente, aunque ha reducido ligeramente sus objetivos de despidos y de reducción salarial los planes siguen siendo salvajes e inaceptables, cebándose especialmente en las dos factorías en las que los trabajadores tienen mejores condiciones laborales (Santa Perpètua y Paracuellos), en ellas los despidos alcanzarían al 75% de los empleados. En Santa Perpètua quedarían sólo 99 de los 351 trabajadores actuales. Para los no despedidos la rebaja salarial media (en todos los centros) sería del 25%. Mientras, los directivos de Panrico se autoasignan excelentes retribuciones: 4,7 millones de euros en 2012, un 43% más que el año anterior. Los altos ejecutivos de la sociedad matriz aún se los subieron más, un 67% (4 millones).
Los planes del fondo de inversión Oaktree parecen ir en la dirección de vender la empresa rápidamente una vez la hayan exprimido y recortado. El “plan de viabilidad” no es más que un plan de choque para someter a la plantilla a unas condiciones draconianas, con las que vender la marca a algún grupo industrial atraído por la renovada “rentabilidad” de la empresa.
Por una huelga general en el Vallès Occidental
La huelga indefinida en Santa Perpètua va ya por su cuarta semana. La solidaridad de la clase trabajadora ha llegado desde mil y un sitios diferentes. Desde la comarca, Vallès Occidental, castigada especialmente por los despidos y los EREs (solo Santa Perpètua ha visto como cerraban 195 empresas en esta crisis), pero también desde otras muchas zonas del estado. Los donativos para la caja de resistencia de la huelga también son un buen indicativo de este apoyo solidario.
Los sindicatos (CCOO, UGT, CGT) tienen que dar una batalla seria para extender la huelga a todas las factorías, unificando la lucha sobre un planteamiento claro y rotundo: no aceptar ningún despido ni ninguna reducción salarial en ninguna planta. Es la única manera de poder hacer frente a los ataques y a las descaradas maniobras divisionista de la empresa. Y en cada zona, hay que implicar a toda la comarca en la lucha. ¡Ya basta de despidos y EREs! Ahora mismo, ya hay condiciones para convocar una huelga general en el Vallès Occidental por el empleo y en contra de los despidos en Panrico. Con la lucha conjunta de toda la clase trabajadora podemos impedir que los planes criminales de los capitalistas se lleven a cabo.
