Del 2 al 13 de diciembre se celebrará en Madrid la Cumbre Mundial sobre el Clima 2019 de las Naciones Unidas, más conocida como COP25. Esto se ha concretado tras la decisión del presidente de Chile, Sebastián Piñera, de cancelar esta cita en el país latinoamericano por la impresionante rebelión social que los jóvenes y trabajadores chilenos están protagonizando en las calles contra su Gobierno.

El Ejecutivo del PSOE e incluso el PP, a través de Díaz Ayuso y Martínez-Almeida, presidenta y alcalde de Madrid, han celebrado con entusiasmo acoger la cumbre climática porque “así se podrá demostrar al mundo todo lo que España hace en materia de medioambiente”. Nada más lejos de la realidad. Con esta cumbre, los culpables de la barbarie ecológica, la clase dominante, empresarios y políticos, intentarán lavarse la cara para eludir sus responsabilidades directas en la crisis medioambiental más grave de la historia del planeta.

¡Vuestras cumbres son una mentira!

En este evento participarán los líderes políticos de los 197 países miembros del Pacto del Clima junto a muchos otros de distintos países de la Unión Europea. Precisamente estos gobiernos capitalistas intentan presentar los protocolos medioambientales y las cumbres climáticas como pasos adelante y como una forma de controlar la actividad nociva de las empresas y multinacionales. Pero la realidad es que los protocolos de Río, Kioto o París no han servido para nada. Al contrario. Utilizando la celebración de estas cumbres, la clase capitalista ha convertido el fenómeno del cambio climático en una fuente de negocio y especulación muy rentable.

Todas las “medidas adoptadas” sobre el papel no han frenado ni un milímetro el avance de la destrucción del planeta sino que han llenado los bolsillos de quienes dirigen los consejos de administración de las empresas que provocan la mayor parte de las emisiones de CO2: ayudas a “empresas” verdes, exportación de la contaminación a países en vías de desarrollo (donde la normativa ambiental es inexistente), “futuros climáticos” (valores especulativos con los que poder especular en bolsa) y un largo etcétera.

Por un ecologismo anticapitalista. ¡Necesitamos una revolución!

Esta cumbre climática está siendo utilizada por el PSOE para presentarse —como firmes defensores de políticas verdes. En esta línea han ido todas sus —declaraciones sobre poner en marcha una “agenda de transición ecológica” o incluso su “apoyo” a la huelga de la juventud del 27-S. Sin embargo, Pedro Sánchez no solo no ha confrontado con los grandes poderes económicos para luchar contra el cambio climático, sino que se ha ­subordinado a ellos: a los especuladores inmobiliarios responsables de los efectos destructi­vos de la gota fría, a los empresarios hoteleros que destruyen nuestras costas y a las multinacionales que envenenan nues­tro aire.

La defensa de un capitalismo más “justo y verde” es una utopía. Desde los grandes poderes económicos y políticos se alienta este tipo de consignas en su propio beneficio, utilizando la convocatoria de las cumbres climáticas para intentar descarrilar la lucha contra el cambio climático de las calles hacia las instituciones de la burguesía y así poder seguir aplicando las mismas políticas que han generado esta situación.

La única forma de frenar la barbarie ecológica es impulsando un movimiento anticapitalista en las calles. Desde el Sindicato de Estudiantes llamamos a la movilización el 6 de diciembre a las 18h. en Atocha para denunciar la celebración de esta cumbre y la dictadura que los grandes monopolios ejercen sobre la producción mundial. ¡El capitalismo mata el planeta!

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