¡6M huelga estudiantil feminista • 8M manifestaciones unitarias!

La fuerza de todas y todos los que nos hemos movilizado en las calles —las mujeres contra la violencia machista y la justicia patriarcal, los estudiantes en defensa de la educación pública, los pensionistas por unas jubilaciones dignas y el pueblo de Catalunya por la república y el derecho a decidir…— hemos sido el factor decisivo para cerrar el paso a la derecha.

A pesar de su rabia españolista, reaccionaria y machista no han podido evitar la conformación de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos. Estamos ante una posibilidad histórica de revertir los recortes sociales y los duros ataques a los derechos democráticos, y avanzar seriamente contra la violencia machista levantando un muro contra la extrema derecha. Pero lograrlo depende de mantener la movilización masiva en las calles exigiendo al nuevo Gobierno que cumpla sus promesas y no ceda ante las presiones del bloque reaccionario.

Los nostálgicos del franquismo a la ofensiva

La furia desatada por la extrema derecha de VOX y sus aliados PP y Cs, es proporcional a su odio contra aquellos y aquellas que respondemos a su ofensiva. Desde la tribuna del congreso han pregonado barbaridades como que la violencia de género no existe —a pesar de que 2019 se cerraba con 99 asesinadas por violencia machista, dato récord desde 2014— y que el mayor problema de la sociedad es la “dictadura feminista”. También se han burlado públicamente de las víctimas de las Manadas, alentando la cultura de la violación sin el menor pudor. El mismo año que los registros de las violaciones grupales también alcanzaban su máximo (con 42 sólo hasta el mes de agosto) Alonso de Mendoza, candidato de Vox al congreso, tachaba de “arpía y fulana” a la menor violada por tres jugadores de fútbol en Aranda de Duero. Las mismas opiniones despreciables las han repetido contra la comunidad LGTBI, o cuando criminalizan constantemente a los inmigrantes para esparcir el veneno del racismo.

Sin embargo, el problema no es sólo el mensaje de odio que alientan en todas sus apariciones públicas sino que pretenden llevar sus palabras a los hechos. Así lo están haciendo con su medida estrella: el “Pin parental”.

6M, huelga estudiantil feminista, antifascista y antirracista

La aplicación del Pin Parental consiste en exigir a los centros de estudio una autorización expresa de los progenitores para que se puedan hacer las actividades que la extrema derecha considera “controvertidas”, es decir, la educación sexual, defender la libertad de las mujeres, el rechazo a la violencia del machismo, la homofobia o el racismo. Esto es sencillamente aplastar nuestro derecho a una educación pública, laica y científica y abrir los centros públicos a los tiempos de las cavernas franquistas, legalizando el mensaje fascista y embrutecedor que nuestros padres y abuelos tuvieron que soportar durante 40 años de dictadura.

Tal y como ocurría en aquellos tiempos, el Pin parental también servirá para perseguir a los docentes que más se destaquen defendiendo los derechos de las mujeres, inmigrantes o al colectivo LGTBI. ¡No lo podemos permitir!

En su demagogia sin fin sobre el supuesto “adoctrinamiento” que pretenden evitar, cuentan con la ayuda inestimable de la jerarquía de la Iglesia Católica. Pero ellos son quienes efectivamente adoctrinan en nuestras aulas. Uno de sus máximos representantes, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el obispo Cañizares, se despachaba públicamente hablando contra el “imperio gay” o lo que según él es “la amenaza más grande que tiene la humanidad”: “la amenaza de la ley de género, de la enseñanza de género y de la ideología de género”. Es a esta institución a quien cada año se le siguen regalando miles de millones de euros de dinero público para que a través de la asignatura de religión esparzan su mensaje machista y homófobo.

Por eso desde Libres y Combativas y el Sindicato de Estudiantes hemos convocado una huelga general estudiantil feminista, antirracista y antifascista el próximo 6 de marzo. Vaciando las aulas y llenando las calles echaremos atrás el Pin parental y toda su ofensiva reaccionaria contra nuestros derechos.

¡No pasarán! Por un 8M de lucha

Como en años anteriores, desde Libres y Combativas hemos defendido con fuerza en todas las asambleas del 8M del Estado la necesidad de que este año también haya Huelga General feminista, involucrando al movimiento sindical y a todos los colectivos y asambleas, como sucedió en 2018 y 2019. Lamentablemente, una parte de las compañeras vinculadas a CCOO y UGT y a los partidos que ahora conforman el Gobierno, y que dirigen estas asambleas, se han negado en redondo a aceptar esta propuesta.

Los argumentos para este rechazo son, en nuestra opinión, erróneos y contraproducentes. No tiene sentido argumentar que una huelga feminista socavaría al nuevo Gobierno. En realidad, mostrar nuestra fuerza mediante una nueva huelga general habría sido la manera más efectiva de enviar un golpe demoledor a la extrema derecha y sus aliados, al mismo tiempo que empujar al consejo de ministras y ministros del PSOE y Unidas Podemos a que cumpla con nosotras.

La violencia machista sigue siendo una realidad, como la justicia patriarcal, la precariedad, la desigualdad laboral y salarial, la opresión de los cuidados, los recortes en dependencia y en la enseñanza pública o los desahucios. No podemos, no debemos, otorgar un cheque en blanco a este Gobierno. Tenemos que garantizar que nuestras demandas se cumplen y hay un cambio real, y solo lo lograremos aumentando la fuerza de nuestro movimiento. La huelga general feminista sigue siendo una pieza clave de esta estrategia.

Desde Libres y Combativas discrepamos con las compañeras y compañeros que ahora ven en el régimen del 78, en su monarquía, sus tribunales y su Constitución una “trinchera” para defender nuestros derechos. Esto no es así. Este régimen ha reprimido salvajemente al pueblo de Catalunya, garantiza el poder de la banca y las grandes multinacionales, de reyes que nadie ha elegido, y sus tribunales amparan a violadores y maltratadores y criminalizan a las víctimas. Es todo un entramado que encarcela a los jóvenes de Altsasu, a tuiteros, raperos, jóvenes de izquierdas, sindicalistas o independentistas catalanes, pero trata con guante de seda a los empresarios, banqueros y corruptos que nos explotan y nos roban, y a los fascistas que nos agreden.

Ningún derecho se ha logrado sólo con una votación parlamentaria, sino que siempre ha ido precedida de la lucha en la calle. ¡Así se conquistan y así frenaremos al bloque reaccionario!

Este 8 de marzo desde Libres y Combativas volveremos a levantar la bandera del feminismo revolucionario y anticapitalista. Sólo atacando a la raíz del problema —el sistema criminal que impide nuestra libertad, pisotea nuestros derechos y mata el planeta— lograremos liberarnos de todo tipo de opresión.

¡Únete a Libres y Combativas para luchar contra la extrema derecha y el capitalismo!

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