El derecho al aborto no se toca!
Son los enemigos declarados de las mujeres y no dudan en estimular todas las formas de violencia posible contra nosotras. El pasado jueves, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo (Vox), anunció que el Gobierno autonómico pondrá en marcha medidas antiabortistas entre las que se incluye obligar a los sanitarios a ofrecer tres opciones a las embarazadas que pretendan interrumpir su embarazo: posibilidad de escuchar el latido del feto, una ecografía en 4D o apoyo a la atención psicológica.
Como si de 1950 se tratara, este fascista no ha dudado en señalar una supuesta “persecución” a los sanitarios que se niegan a practicar abortos y ha prometido que en esta región serán “protegidos”. “Las mujeres que quieran abortar tienen que tomar la decisión de forma mucho más consciente”, se atreve a decir.
Estas medidas, tal y como ha anunciado el consejero de Sanidad del PP, se pondrán en marcha a partir de hoy lunes. En un primer momento, el PP trató de separarse tímidamente de esta propuesta anunciando que no habría cambios en el protocolo de atención a las mujeres embarazadas, pero han necesitado pocos días para ceder y dar su fiel apoyo a la formación de extrema derecha. ¡Para que luego nos intenten convencer de que hay alguna diferencia entre Vox y el PP! Son los mismos fascistas y machistas que no dudan en aplastar los derechos de las mujeres en cuanto tienen la oportunidad para hacerlo.
La dirección nacional del PP ha advertido que no valorarán estas medidas “pro-vida” porque “no pueden valorar continuamente las decisiones de los Gobiernos autonómicos”. Sin embargo quién no ha dudado en salir abiertamente en su defensa ha sido quién realmente manda en el PP: Isabel Díaz Ayuso. “Estamos a favor de la vida, no en contra de nadie”, dice está cínica. La vida del bebé que falleció por falta de médico en urgencias fruto de sus recortes en la sanidad le importó bastante menos. Y ese sí había nacido.
Ni un paso atrás en el derecho al aborto en la sanidad pública
Lo que estamos viviendo en Castilla y León es gravísimo y supone un brutal ataque contra el derecho al aborto para las mujeres de todo el Estado. García-Gallardo y toda la escoria machista que le acompaña hablan del aborto como un “drama” y “tragedia social” que deja “huella en las mujeres”, por lo que debemos ser cuidadas para que no hagamos tonterías. La indignación que sentimos millones de nosotras, como ha quedado claro en los miles de comentarios y testimonios que han llenado las redes sociales, es inexplicable.
Desde Libres y Combativas hemos denunciado en muchas ocasiones el peligro que supone la extrema derecha para nuestros derechos más básicos, especialmente en aquellas zonas donde gobiernan. No es solo Castilla y León (algo que constantemente los medios de comunicación intentan plantear, como si de una excepción se tratara), es también la Comunidad de Madrid contra las leyes de igualdad y LGTBI, es Andalucía o Murcia con el pin parental y muchas medidas reaccionarias más.
Bajo este sistema, capitalista y patriarcal, y con una extrema derecha totalmente envalentonada contra el movimiento feminista, los derechos que hemos ganado y conquistado gracias a la lucha pueden ser eliminados de un plumazo. Por eso, hay que enfrentar la ofensiva de los defensores de la España, una, grande y libre, los que defienden que el papel de la mujer está en casa, en la cocina y con los hijos, con la mayor fuerza que tenemos: la lucha en las calles.
Lo que hoy se ha aprobado en Castilla y León puede replicarse en otras zonas. El Gobierno PSOE-UP tiene una responsabilidad urgente: dejar de ceder ante la derecha y la moral podrida de la Iglesia Católica y garantizar (no solo por ley, sino en la práctica) el derecho al aborto libre, seguro y en la sanidad pública. Defender el derecho al aborto no pasa únicamente por escribirlo en un papel, sino por dotarlo de financiación y los medios personales y materiales necesarios.
Este 8 de marzo será de nuevo una gran oportunidad para enfrentarnos a la extrema derecha y a su ideario reaccionario basado en la opresión a las mujeres, y a quienes hacen de nuestra explotación un negocio. No daremos ni un paso atrás porque solo luchando lograremos parar los pies a nuestros enemigos de clase y lograremos proteger y hacer todas nuestras conquistas reales y efectivas.