Con la participación de Manuel Blanco Chivite, veterano militante antifascista, condenado a muerte en el Consejo de Guerra de 1975 • Coral Latorre, secretaria general del Sindicato de Estudiantes • Luis González Segura, escritor, autor de La Trampa ucraniana (2023) • Marina Mata, portavoz de Libres y Combativas • Víctor Taibo, autor de El genocidio sionista en Gaza y la cuestión nacional palestina, Izquierda Revolucionaria.
Que un supremacista blanco multimillonario, repugnantemente machista, ariete del capital financiero y del imperialismo estadounidense quiera poner en práctica un programa que es una copia, en muchos aspectos, del que Hitler llevó a cabo, debe hacer sonar todas las alarmas de la izquierda combativa.
No, no estamos ante un excéntrico. Trump sabe lo que quiere y está rodeado de plutócratas dispuestos a hundirnos en una espiral de guerras reaccionarias, de racismo salvaje, de militarización y brutalidad policial.
Sus leyes para expulsar a nuestras hermanas y hermanos inmigrantes, o sus declaraciones a favor de una limpieza étnica total en Gaza no pueden tomarse a la ligera. También parecía imposible que los nazis plantearan cosas semejantes, y al final hicieron eso y muchas más atrocidades con el apoyo de la burguesía alemana y la complicidad de las llamadas “democracias” liberales.
El avance de la extrema derecha, que refleja la descomposición de esta democracia controlada y dirigida por los ricos, no se va a detener ni con buenas palabras, ni con cordones sanitarios en el Parlamento. Todo esto ha fracasado ya con Vox y el PP en el Estado español, con AfD en Alemania, con Le Pen en Francia o con Milei en Argentina.
La demagogia fascista busca dividir a los explotados desviando la atención del auténtico enemigo: los capitalistas y su sistema. Son sus perros de presa. Por eso al fascismo no se le discute, se le combate con la acción.
Y está claro que la socialdemocracia del PSOE y sus consortes no es la solución, sino parte del problema. Sus políticas en beneficio del IBEX 35 y de los caseros rentistas, su sumisión a la OTAN, su apoyo a una UE que colabora con el genocidio sionista y con una legislación antiinmigración racista, lo único que hace es asfaltar el avance de la extrema derecha.
Frente al fascismo no valen los gestos vacíos, ni defender un capitalismo de rostro humano, sino construir una alternativa revolucionaria que se apoye en la movilización de masas, que rompa la paz social y defienda sin complejo alguno el socialismo y el internacionalismo.
Para debatir y avanzar en nuestra resistencia y organización, os invitamos a todas y todos a este acto público el viernes 14 de marzo a las 19h. en el Espacio Rosa Luxemburgo (Calle Hermanos del Moral 33. Metro Urgel, Madrid). No te lo pierdas.