Me recordaron las entrañables películas de La gran familia y uno más. Aquellas películas en blanco y negro, como la España del NODO que añoran los que se movilizaron contra una ley que reconoce la igualdad de derechos de los homosexuales. Digan lo que digan, fue una manifestación homófoba.
Pero se equivocan, porque somos muchísimos más los que queremos una sociedad cada vez más libre. Y elegir qué tipo de familia quieres formar es libertad. Acabar con la histórica discriminación de un colectivo es progresista, y ayuda a romper ciertos tabúes morales impuestos por la Iglesia Católica. Y si vamos rompiendo tabúes, iremos minando la influencia social que todavía tienen estas cucarachas. Por eso están rabiosos. Y por eso el gobierno debería empezar a actuar. Tiene que seguir adelante con esta ley, tiene que legalizar el aborto libre y gratuito, tiene que iniciar un debate público sobre la eutanasia, tiene que sacar las religiones de las aulas (la islámica también, obviamente), sobre todo, tiene que cortar el grifo: ¡ni un duro a los curas!
Quizá algunos no tengamos el mismo talante que Zapatero, y por eso llamamos a las cosas por su nombre: ¡SOIS UNOS FACHAS!
Y desde aquí hago responsables directos al PP y a la Iglesia de cualquier agresión homófoba que se pueda producir, porque ya sabemos que “ellos señalan, los nazis apuñalan”.