Elecciones europeas. Avance contundente de la extrema derecha y debacle de la izquierda del sistema
A 80 años del Desembarco de Normandía. El mito de la derrota del nazismo por las fuerzas angloamericanas
Sumar hace aguas, pero Yolanda Díaz se queda en el Gobierno ¡Faltaría más!
El genocidio sionista en Gaza y la cuestión nacional palestina
¿Reconocimiento del Estado palestino? Un nuevo brindis al sol del Gobierno PSOE-Sumar
Guerras imperialistas, genocidio y totalitarismo. ¡Es el momento de unirte a los comunistas revolucionarios!
V. I. Lenin (1924-2024). Retrato de un revolucionario
Centenario de Lenin. Los artículos, tesis, manifiestos y trabajos teóricos del líder bolchevique en 1917
Más de 300 personas en la inauguración del Espacio Rosa Luxemburgo
Documento de perspectivas mundiales aprobado en el III congreso de Izquierda Revolucionaria Internacional
Lucha con los comunistas revolucionarios ¡Organízate en Izquierda Revolucionaria!

banner

banner

banner

210406 13
210406 13


 En el mundo hay muchas repúblicas y en ellas hay asalariados, y hay explotadores, y hay capitalistas. Y la clase obrera consciente, la socialista, aspira a que esto desaparezca. Y eso no desaparece dentro de una república burguesa, por muy democrática que esta sea.

(Francisco Largo Caballero, dirigente socialista y de la UGT, en la escuela de verano de las JJ SS de 1933)

La II Republica, declarada el 14 de abril tras la victoria de la conjunción republicano-socialista en las elecciones municipales dos días antes y la marcha de Alfonso XIII, suscitó grandes esperanzas para millones de pobres. Creyeron que traería pan, tierra y trabajo para todos pero la realidad es que, según pasaba el tiempo, a las enormes necesidades del pueblo no se les daba una salida, por lo que obreros y campesinos tuvieron que hacer lo que las leyes no hacían y ocuparon tierras y fábricas y las pusieron a trabajar. Su hambre y su miseria no podían esperar los cien años que conforme a la legislación  de la Republica, se calculaba iba a tardar en realizarse la reforma agraria. El resultado final de aquella "republica de trabajadores" es bien conocido: banqueros, terratenientes e industriales-con el apoyo de la Iglesia Católica-auparon a Franco para liquidar las conquistas de los trabajadores.

La derrota republicana tuvo mucho que ver con los planteamientos de aquellos que decían "primero hay que ganar la guerra, ya haremos la revolución", posponiendo para un futuro indefinido la satisfacción de las demandas de asalariados  y campesinos   pobres, con lo cual surgió en la mente de muchos la inevitable pregunta: "¿entonces que me da a mí la Republica?", y ya se sabe, la moral del combatiente en las guerras es algo muy delicado...

Hoy setenta y nueve años mas después, el debate monarquía o república comienza a estar- incipientemente, es cierto- de nuevo en el candelero y el término "republica" sigue asociándose a transformaciones en la sociedad. En el futuro es de suponer que la disputa llegue al nivel del hombre de la calle y volverán los viejos y testarudos interrogantes: ¿una republica sin mas?; ¿cómo la que hay en Francia o EEUU?; ¿república para solucionar los problemas de la mayoría de la población o un simple lavado de cara del poder? Luchar para cambiar de jaula, aunque esta tenga barrotes de oro, no vale la pena. La república del futuro será aquella que dé satisfacción a  carencias como el trabajo, la vivienda, la educación..., en beneficio de los más o será un fraude. Naturalmente para que esto sea posible se hará necesario que la riqueza y la gestión de la misma estén en manos de los trabajadores. Ese es el único camino.


banneringles

banneringles

banner

banner

banner

banneringles

banneringles

bannersindicalistas

bannersindicalistas