El 27 de febrero entrevistamos a Gloria Vázquez, presidenta de Ve-la luz, asociación gallega para la defensa de mujeres y niñ@s supervivientes de la violencia de género y/o abuso. Tras 18 días en huelga de hambre, la Puerta del Sol madrileña se ha convertido en un clamor contra la violencia machista, miles de personas han acudido a mostrar su apoyo. Sol vuelve a convertirse en un símbolo de resistencia, cientos de personas se suman día a día a la acampada de estas ocho mujeres que han venido a Madrid para exigir al gobierno medidas urgentes y eficaces para frenar la sangría de asesinatos machistas, y que por ello se enfrentan a multas de entre 600 y 750 euros cada una por instalar una lona de plástico para protegerse de la lluvia, así como por los enseres y cartones que utilizan.

EL MILITANTE.- ¿Qué os lleva a tomar la decisión de acampar en Sol?

Gloria Vázquez.- Nos enfrentamos a un desastre muy organizado. Ayer mismo tuvimos, en vivo y directo, un ejemplo. Llegó a la acampada una mujer deshecha y un menor de 11 años víctima de maltrato, completamente en shock. La mujer había puesto una denuncia, pero había sido totalmente sesgada: ponía que al niño le había dado su papá dos bofetadas y que le había dicho que le iba a matar, pero eludía que el agresor había ejercido violencia sobre su madre, que ya había denunciado en otras tres ocasiones, dando a entender que se trataba de violencia familiar y no en el marco de la violencia de género.

A él se le detiene y a la víctima se le dice que vaya “al día siguiente” a poner la denuncia, algo que ya de entrada no se debe hacer. Ella viene aquí desesperada, nos dice que de todo lo que cuenta tiene grabaciones, que su agresor llega a hacerle en el plazo de dos horas alrededor de 30 llamadas, le roba el teléfono del niño que utiliza para llamarla hasta que es detenido. Llamamos al Samur y ellos llaman a la policía, que se nos presenta en versión “hombres de Harrelson”. Y digo esto por la chulería y la prepotencia que, desde luego, no ofrece cercanía a ninguna víctima de ningún tipo. Ya vienen en situación de que ella es la delincuente. Afortunadamente, a ella no le dio miedo y a nosotras tampoco, si nos tenemos que enfrentar a quien sea lo haremos para que una mujer viva. La policía en vez de ayudar a la víctima lo que hace es volver a “normalizar” toda la versión de ella y la que les estamos dando nosotras, y se ponen a discutir sobre si la ley integral no deja en ningún momento claro algunos derechos, entre otros el de que se avisará a un abogado.

Es lamentable que no conozcan ni siquiera la Ley Integral contra la violencia de género, necesitamos profesionales para atender a las víctimas. En ese momento decidimos ir a la comisaría de Centro, donde recibimos un trato mejor. Se le toman los datos, se registran todas las pruebas y se le hace el Viogen (protocolo para la valoración policial del nivel de riesgo de la violencia de género), que dio nivel extremo. Hay que decir que en 2016 del total de denuncias se revisaron unas 30.000, de ellas sólo 11 dieron riesgo extremo. Si esa mujer no llega a tener el coraje de venir aquí podríamos estar sumando un niño y una madre a las estadísticas de 2017.

EM.- ¿Qué opináis del Pacto de Estado contra la violencia de género que el gobierno está promoviendo? ¿Cuáles son vuestras reivindicaciones?

GV.- Lo primero que tenemos que decir es que no pueden estar representadas las comisiones por gente que está sobradamente demostrado que ha errado, por gente que lo que va a hacer es silenciar sus errores. No me representa nadie de los que están allí.

Desde la asociación hemos propuesto un manifiesto que comprende diversas medidas: contemplar la figura del feminicidio; que se reconozca a las víctimas de violencia de género como víctimas a las que se les debe proporcionar las mismas ayudas que las establecidas para las víctimas de terrorismo; el reconocimiento inmediato como víctimas a aquellas mujeres a las que se les asesinó a sus hijos/as en el marco de la violencia de género, con una pensión indefinida; reconocer como víctimas al entorno de las mujeres víctimas de la violencia de género, con el que mantienen convivencia durante las agresiones y/o asesinatos; la vídeograbación de las declaraciones de los menores para frenar la revictimización en los procesos por violencia y/o abusos; que el Estado conceda ayudas a las víctimas mientras dure el proceso judicial hasta conseguir su recuperación; el reconocimiento del 100% de la orfandad a los/as huérfanos/as de las violencia de género; la revisión inmediata de aquellos expediente de mujeres víctimas de violencia de género en los que grupos de infancia o menores hayan intervenido separando a madres e hijos/as por motivos económicos; que el Estado se haga cargo de las pensiones alimenticias de los menores para evitar el mal uso del maltratador en sede judicial; frenar el maltrato económico y desamparo del menor; que ninguna mujer o menor puedan ser sometidos a mediación con su agresor bajo ningún concepto; que se legisle prohibiendo la guarda y custodia de cualquier tipo así como el régimen de visitas a favor de maltratadores, cuando hay indicios de maltrato, negligencia y/o abusos; el cese de la obligación que se le impone a los menores de relacionarse con el maltratador; la pérdida de la Patria Potestad para los maltratadores, sin derecho a visitas; el endurecimiento de la ley/condenas y cumplimiento íntegro de las mismas; la dotación inmediata de medios/personal especializado y grupos específicos en los cuerpos policiales las 24 horas del día y los 365 días del año y, por supuesto, la participación y voz de las mujeres Ve-la luz en las sesiones de la subcomisión 2017, que impulsará cambios en la Ley de Violencia de Género.

EM.- ¿Cómo valoráis la respuesta que os habéis encontrado hasta el momento?

GV.- Yo creo que algo muy importante es que hemos activado la lucha de los jóvenes. A nivel internacional esta lucha está también en Suecia, Alemania, Italia, Argentina, desde donde se han desplazado hasta aquí los medios de comunicación. Hemos generado esperanza en las mujeres. El gobierno tiene en sus manos el empoderar la lucha de las mujeres o no; ahora les toca a ellos, porque mayor denuncia de la que estamos haciendo es imposible, está en sus manos decidir si hay salida o no.

Respecto a la respuesta institucional, yo me pregunto: ¿la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, aparte de ponernos multas por poner mantas, qué es lo que están haciendo para solucionar esta situación? Tenemos claro que la implicación de Carmena no existe desde el momento en que nos dice que si queremos ser visitadas tenemos que pedir audiencia y que estamos haciendo una “ocupación”. En el tiempo que llevamos aquí se ha triplicado el número de asesinatos... ¡y ésta es la respuesta que tenemos que soportar!

Es lamentable que los ayuntamientos del cambio, en este caso el de Madrid, estén reproduciendo los patrones misóginos y machistas y nos estén ofreciendo que las mujeres nos convirtamos en “máquinas expendedoras”, como el caso de los vientres de alquiler. En el momento en que una mujer recurre como última alternativa para llegar a fin de mes a alquilar su cuerpo o a prostituirse no se puede hablar de libertad. A nadie se le escapa que eso no es ninguna libre elección.

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