El pasado 9 de julio se celebró la asamblea mensual de la comisión 8M de Madrid, semanas después de la formación del nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez —presentado como el “gobierno más feminista de la historia”— y de las grandes movilizaciones contra una justicia patriarcal que puso en libertad a los violadores de La Manada.
Las compañeras de Libres y Combativas presentes en la asamblea, propusimos la siguiente resolución para que fuera debatida con el fin de posicionarnos como movimiento feminista ante estos acontecimientos:
“La Comisión 8M de Madrid quiere manifestar su completa repulsa por la puesta en libertad de los violadores de la Manada y denunciar la responsabilidad de la justicia patriarcal en este atentado contra las mujeres. Tanto la sentencia como la última resolución de la Audiencia de Navarra nos colocan una diana en la espalda para que los maltratadotes, los acosadores y los violadores puedan actuar con impunidad. Al mismo tiempo queremos señalar nuestra consternación por la actuación del nuevo gobierno del PSOE, que no ha tomado ninguna iniciativa para impedir este atropello, limitándose a manifestar, por boca de sus ministras, el respeto a las decisiones de este tribunal. Queremos decir con rotundidad que el feminismo de postín, que sólo se basa en gestos para la galería, es una forma más de encubrir las actuaciones machistas del sistema. No vamos a colaborar con una estrategia de asimilación para vaciar al movimiento feminista de su contenido reivindicativo. No vamos a extender ningún cheque en blanco a este gobierno. No queremos brindis al sol ni políticas publicitarias, sino acciones claras y decididas para acabar con la violencia machista y la discriminación.
¡Hermana nosotras sí te creemos!
¡No es abuso es violación!”
Lamentablemente, las compañeras que se encargaban de moderar y dirigir los trabajos de la asamblea se negaron en redondo a abrir una discusión sobre la misma, ignorando y rechazando nuestra solicitud de que fuera debatida y votada. Una actitud así de antidemocrática, que impone la censura dentro del movimiento feminista, no sólo no contribuye al debate de ideas y de las estrategias más adecuadas para avanzar, empequeñece y limita de manera sectaria nuestra actividad.

Como no podía ser de otra manera, las compañeras de Libres y Combativas mostramos nuestro desacuerdo con esta manera de proceder. Explicamos la urgencia y la necesidad de un posicionamiento público ante estos hechos. Si la lucha del movimiento feminista ha puesto en jaque en los últimos años a aquellos y aquellas que defienden este sistema clasista y patriarcal que es el capitalismo, no podemos dejar de pronunciarnos ante aquellas maniobras políticas de largo alcance que pretenden domesticar y asimilar la lucha de las mujeres desde posiciones supuestamente “progresistas”.


Debatir no es malo


El movimiento feminista no debería dar por buena la propaganda de un gobierno que se presenta como el “más feminista de la historia”, pero mantiene los presupuestos generales del PP que no sólo recortarán el gasto social, también incrementaran las desigualdades y la violencia sistémica contra nosotras. No podemos aplaudir que en posiciones tan decisivas como el Ministerio de Economía, la mujer que ostenta el cargo de ministra declare su entusiasmo por las políticas de la UE que han traído tanto sufrimiento a los sectores más desprotegidos y vulnerables de la sociedad. No podemos dar por bueno que este “gobierno de mujeres” acate decisiones judiciales que refuerzan el patriarcado y dejan en libertad provisional a violadores, y que no haga nada para cambiar esta aberración con el argumento de que “hay que respetar la legalidad”.
No, no podemos extender un cheque en blanco a este gobierno. No podemos dejar que nos den gato por liebre con lo que no es más que un postureo feminista, mientras seguimos siendo explotadas, discriminadas, desahuciadas, agredidas, violadas y juzgadas públicamente cuando denunciamos esta situación.
La acción del movimiento feminista contra la opresión patriarcal y de clase que sufrimos la mayoría de las mujeres, también pasa por desenmascarar a todos aquellos, y aquellas, que desde el poder institucional, gubernamental, económico y mediático quieren contentarnos con gestos mientras siguen sosteniendo los pilares de este sistema.
Desde Libres y Combativas entendemos que callar ante estos hechos sería abandonar la lucha de todas las mujeres que hemos tomado las calles para cambiar nuestra realidad.
Por eso nos preguntamos cuál es la razón por la que se impide debatir y decidir democráticamente en la asamblea de la Comisión 8M de Madrid sobre cuestiones tan importantes como estas. ¿Acaso no es un asunto trascendente si queremos un feminismo revolucionario y anticapitalista o un feminismo institucionalizado y asimilado por el sistema? ¿O será que como hay un nuevo gobierno del PSOE, algunas compañeras pretenden firmar la paz social y que el 8M de 2019 no haya huelga feminista?
Nuestro movimiento ha alcanzado una madurez y determinación extraordinaria gracias al trabajo y a la valentía de millones de mujeres que han salido a las calles, se han organizado y han sacado a la luz realidades invisibles hasta hace bien poco, que en los centros de trabajo han luchado por la igualdad salarial y contra el acoso laboral, que en los institutos y universidades han protagonizado huelgas generales contra la justicia patriarcal y la violencia machista, que han denunciado enérgicamente a los puteros que pretenden legalizar la esclavitud de la prostitución, que se han mostrado firmes frente a los intentos de regularizar el comercio de nuestros vientres…
No pretendemos imponer nuestra visión a nadie, pero tenemos derecho a explicar nuestras ideas sin censura. Necesitamos forjar un movimiento feminista masivo y democrático donde todas nos podamos expresar con libertad y sin temor. No queremos que nadie piense ni decida por nosotras. Ya hemos tenido demasiado de eso y hemos decidido sacarlo de nuestras vidas para siempre.

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