El viernes 22 de noviembre, más de 60 jóvenes, trabajadoras y trabajadores tuvimos una cita muy importante en el Espacio Rosa Luxemburgo. Ante el auge de la extrema derecha a nivel internacional, el genocidio sionista y el retroceso en derechos democráticos para la inmensa mayoría, hemos celebrado este importante acto antifascista en Madrid.
Ante la crisis y parálisis de la izquierda institucional, es imprescindible armarnos ideológicamente para la batalla que sólo las y los oprimidos estamos realmente dispuestos a librar. Para ello es fundamental comprender, en primer lugar, por qué surgen las tendencias que favorecen el fortalecimiento del fascismo y, por otro lado, cuál es la forma de combatirlo.
Empezamos el acto enviando todo nuestro apoyo al pueblo valenciano, que ha sido víctima de las políticas y recortes de la derecha del PP de Mazón apoyado por Vox. Señalamos que grupos de la ultraderecha han tratado durante semanas de pescar en río revuelto, a lo que cientos de miles de personas han respondido de la manera más contundente: con la manifestación masiva y totalmente combativa del pasado 9 de noviembre. En esta primera intervención igualmente insistimos en que el Gobierno central de PSOE-SUMAR también es responsable del crimen social cometido contra decenas de miles de personas cuando se desató la Dana.
Durante el acto insistimos en que la experiencia demuestra una y otra vez que al fascismo no se le combate con tímidas medidas sociales o, como estamos viendo, con las políticas capitalistas que implementan los partidos que se dicen progresistas. El genocidio en Gaza y la posición que el Gobierno central está manteniendo al respecto es otro claro ejemplo.
Sobre este aspecto profundizó nuestro compañero Víctor. La lucha del pueblo Palestino y el pueblo Libanés no cuenta con ninguno de los Gobiernos árabes, que lloran lágrimas de cocodrilo pero que en el terreno de los hechos no mueven un dedo para apoyarlos. Mucho menos pueden esperar nada de los Gobiernos europeos o el de Estados Unidos, que son sostenedores imprescindibles del sionismo y de los crímenes perpetrados por este en Gaza, Cisjordania y Líbano.
El pueblo palestino solo puede contar con la fuerza de la solidaridad internacionalista que se ha levantado alrededor de todo el mundo. En este poderoso movimiento desde Izquierda Revolucionaria siempre hemos insistido en la connivencia de los Gobiernos, incluido el de Pedro Sánchez, y exigido la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con el Estado genocida de Israel.
Las elecciones en Estados Unidos también fueron un tema central de debate. “¿Cómo es posible que Trump haya vuelto a la presidencia?”, nos hemos preguntado miles de activistas de la izquierda. Pero la verdadera pregunta es “¿Cómo, en las condiciones en las que se han celebrado estos comicios, no iba a ganar Trump?
El Partido Demócrata está muy lejos de ser una alternativa de izquierdas. Desde 2020 ha profundizado y continuado las políticas capitalistas de Trump; recortes sociales, represión y racismo en política interior y belicismo y proteccionismo agresivo e impotente, ante el avance de China como potencia mundial, con el único objetivo de intentar reflotar el imperio norteamericano cueste lo que cueste, desatando una crisis social crítica en el país y convirtiéndose en uno de los mayores elementos de desestabilización a escala mundial.
Trump ha marcado como uno de sus principales objetivos el de la lucha contra el enemigo interior, la clase trabajadora. Contra ella y con el propósito de dividirla, azuza el racismo más salvaje.
Nuestro compañero Juan profundizó en cómo la burguesía ha introducido históricamente este veneno entre la clase obrera, con la intención de desviar la verdadera responsabilidad de la falta de empleo, vivienda y servicios públicos, de sus verdaderos responsables. Estas lacras son consecuencias directas de los capitalistas, dispuestos a todo para defender sus beneficios y privilegios y de la voraz lógica capitalista. Tanto en EEUU como en el Estado español contra el vomitivo racismo del PP y Vox, lo tenemos claro, ¡Nativa o extranjera la misma clase obrera!
De la misma manera, desde Izquierda Revolucionaria y Libres y Combativas luchamos incansablemente contra la lacra del machismo y su violencia. Nuestro feminismo nada tiene que ver con un feminismo dócil, descafeinado, con el que los y las capitalistas se sienten muy cómodas. Defendemos un feminismo antifascista, que lucha contra el enemigo de clase conscientemente; el mismo que recibió a Trump a su llegada a la Casa Blanca, el que arrancó el derecho al aborto libre en América Latina y el que ha protagonizado movilizaciones y huelgas generales históricas en el Estado español.
Durante el turno de micro abierto, una decena de asistentes pudieron expresar sus reflexiones sobre el blanqueamiento del franquismo en este país, el Gobierno de Ayuso en Madrid, la lucha LGTBI por avanzar en derechos y contra el fascismo, entre otros temas.
El broche a este maravilloso acto lo puso nuestra compañera Coral, secretaria general del Sindicato de Estudiantes, con un cierre vibrante que sin duda convenció a todos y cada uno de nosotros de la necesidad de construir una organización revolucionaria, de combate y acción directa, para levantar un mundo nuevo en el que el fascismo quede en el fondo del basurero de la historia.