Las maniobras militares en Euskadi, desarrolladas al mismo tiempo que el gobierno vasco presentaba el Plan Ibarre-txe, junto a las amenazas cada vez más viscerales por parte de los miembros del gobierno central de “utilizar todos los medios” a su alc Las maniobras militares en Euskadi, desarrolladas al mismo tiempo que el gobierno vasco presentaba el Plan Ibarre-txe, junto a las amenazas cada vez más viscerales por parte de los miembros del gobierno central de “utilizar todos los medios” a su alcance “sin excluir ninguno”, dan una idea del talante democrático de la derecha española.

En esta campaña intervienen los medios de comunicación, las asociaciones empresariales, los banqueros, la cúpula eclesial, el aparato judicial en su más alta instancia, el Tribunal Constitucional...

Lógicamente esto, lejos de debilitar fortalece al PNV y las tendencias secesionistas que existen en Euskal Herria. Si antes apoyaba la independencia de Euskadi cerca de un 30%, ahora sería de un 45,6 según la última encuesta publicada por El Correo (30/11/03).

La política del “todo vale” que se utilizó contra la izquierda abertzale ahora alcanza al Plan Ibarretxe. En el último Consejo de Ministros el gobierno del PP ha aprobado una reforma del Código Penal para meter en la cárcel a Ibarretxe si se le ocurre convocar el referendum.

En esta ola de chovinismo españolista reaccionario, los ministros del PP niegan con absoluto desparpajo la existencia misma del pueblo vasco. De la “España plural” han pasado directamente a la “Una, Grande y Libre” del franquismo, refiriéndose de manera insultante a Euskal Herria como “ese supuesto pueblo vasco”. El peor de todos los nacionalismos es el nacionalismo opresor del centralismo español.

Los marxistas siempre hemos luchado en defensa de los derechos democráticos de Euskal Herria, incluido el derecho a la independencia y seguiremos luchando contra los ataques reaccionarios del PP. Pero no apoyamos el Plan Ibarretxe, aunque, obviamente, por razones absolutamente diferentes a las que se propugnan desde el nacionalismo español. Desde nuestro punto de vista la conquista de los derechos democráticos ha de ser parte de la lucha de la clase trabajadora, unida bajo el programa del socialismo.

Ante esta situación

¿qué deberían hacer las organizaciones de izquierdas?

La reciente intervención contra el Plan Ibarretxe de Fidalgo y Méndez ha completado el abanico. ¿Qué pintan en esta orquesta de reac-ción los dirigentes de CCOO y de UGT?

Efectivamente hay que oponerse al Plan Ibarretxe ya que es un plan que beneficia a la burguesía vasca y no a la clase trabajadora vasca, pero hay que oponerse desde la defensa de los derechos democráticos y no desde la trinchera del nacionalismo español. Los dirigentes sindicales deberían denunciar a la derecha española y vasca porque todo este debate está sirviendo para ocultar la aplicación —tanto por el PP como por el PNV— de una política de recortes sociales, de ataques a las pensiones, sanidad, educación, etc. Deberían ser los más firmes defensores de los derechos democráticos como el derecho de autodeterminación de las nacionalidades históricas, arrebatando esa bandera a la burguesía nacionalista vasca con el fin de unir a la clase trabajadora para golpear juntos al capital, ya sea vasco o español.

Los dirigentes sindicales deberían dirigirse a los trabajadores vascos que sienten su lengua, su pueblo, que sienten la opresión nacional y que tienen derecho a decidir sobre su futuro por ellos mismos sin la opresión axfisiante del nacionalismo español. Sólo uniendo la defensa del derecho de autodeterminación a la lucha por unas mejores condiciones de vida en lugar de la política de pactos sociales que han llevado a cabo, podrán unir a la clase obrera.

El PSOE estará en crisis mientras no gire decisivamente a la izquierda

La política de seguidismo respecto al PP, está provocando efectos demoledores en el PSOE. Un sector de sus dirigentes se ha escorado tanto a la derecha que se confunden con el PP. Una muestra es Ibarra, que ha llegado al extremo de pedirle a Aznar que “no se vaya en esta hora trascental en que peligra la integridad de España”.

En Euskadi aún es peor. Dirigentes del ala más derechista como Nicolás Redondo Terreros se han fundido literalmente con el PP.

Es cierto que los métodos nefastos del sectarismo y del terrorismo individual atentando contra dirigentes del PSOE y sedes de UGT ayudan a echar en los brazos del PP al PSOE, lo cual demuestra como estos métodos son un enorme obstáculo para avanzar ya que solo benefician a la reacción, pero la alternativa no pasa por apoyar a la burguesía española del PP, sino por la defensa de los intereses y derechos de la clase obrera y la juventud vasca, incluyendo el derecho de autodeterminación.

Tampoco es una alternativa apoyar a la burguesía vasca, PNV-EA, como hacen EB-IU y Batasuna. La burguesía española y vasca son incapaces de ofrecer una salida a la actual situación. Sus intereses son opuestos a los intereses de los trabajadores y la juventud. Hace falta una política de independencia de clase y confiar única y exclusivamente en la fuerza de la clase obrera para cambiar el actual estado de cosas.

Sólo una alternativa auténticamente socialista y de clase, que recupere la defensa del derecho de autodeterminación de las nacionalidades históricas junto a la lucha por el socialismo ofrecera una alternativa real.

Eloy Val

Ezker Marxista

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