Durante los últimos meses hemos podido ver los múltiples ataques que ha sufrido el pueblo vasco y en especial la clase obrera por parte del gobierno del PP, pero los recientes acontecimientos no dejan lugar a dudas. Durante los últimos meses hemos podido ver los múltiples ataques que ha sufrido el pueblo vasco y en especial la clase obrera por parte del gobierno del PP, pero los recientes acontecimientos no dejan lugar a dudas.

La dispersión de los presos vascos por toda la península hace que centenares de familias tengan que desplazarse semanalmente a ver a sus familiares, lo cual supone una traba tanto física para algunos, como económica para otros.

Muchos padres, demasiado envejecidos ya para esos viajes, deben pasar largas temporadas sin ver a sus hijos y algunos incluso mueren sin conseguirlo, mientras que los hijos pequeños de algunos de los presos no pueden viajar debido a su corta edad, ya que el viaje es demasiado fatigoso para ellos. De la misma manera muchos mueren en la carretera como ha ocurrido recientemente con Sara Fernández, que iba a visitar a un pariente y murió en el trayecto mientras su compañera Izaskun Urkijo resultó gravemente herida.

En estrecha relación con ello podemos hacer referencia a la reforma del Código Civil que viola numerosos derechos democráticos como son las visitas bis a bis, el derecho a la educación, y el de salir teniendo una enfermedad crónica al haber cumplido las tres cuartas partes de la condena.

Ahora que se han puesto de moda las “acciones preventivas”, en Euskadi también nos encontramos con “detenciones preventivas”. En el último caso han detenido a 30 jóvenes, por su pertenencia a la izquierda abertzale, “supuestos” colaboradores de la denominada kale borroka, a 29 de los cuales ha sido demostrada su inocencia y puestos en libertad, no sin antes ser llevados a Madrid y estar incomunicados durante tres días, exponiéndoles a la posibilidad de humillaciones y torturas.

Este artículo no trata si estamos o no de acuerdo con las acciones llevadas a cabo por dichos jóvenes —en diferentes ocasiones hemos tratado esto—, sino que esta actitud por parte del gobierno supone una grave violación de los derechos más fundamentales: la presunción de inocencia y el derecho a la libertad.

Queda claro, pues, que nos oponemos a todos estos ataques cada vez más frecuentes por parte del gobierno reaccionario del PP y el Estado burgués, cuyo único objetivo es, con la excusa de la lucha antiterrorista, utilizar la represión contra los jóvenes, los trabajadores y las nacionalidades oprimidas.

Iudit Aguilar

Ezker Marxista · Navarra

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