Miembros de la tripulación afirman que su objetivo es dar apoyo al régimen militar de Obiang, que firmó recientemente acuerdos económicos con el gobierno español. Fueron vacunados contra cinco enfermedades: tétanos, difteria, tifus, fiebre amarilla y paludismo, prueba de su destino.
Si esto no fuera suficiente para saber el destino y el objetivo que tenían, al conocerse los hechos la Armada se excusó indicando que era una “visita de cortesía”, cancelando posteriormente el viaje.
El objetivo es obvio. Se trata de garantizar el control y mantenimiento de los intereses de las multinacionales españolas como el caso de la petrolera Repsol, y evitar un verdadero proceso democrático en el país, ya que a pesar de las denuncias sobre derechos humanos, la falta de libertad de expresión o el asesinato de una joven cooperante, la derecha española firmó un acuerdo económico el pasado mes de octubre.
Claro que no hay que extrañarse por esto. Al fin y al cabo son “viejos” amigos y a buen seguro compartirán experiencias, dado que el dictador Obiang ya ha recibido muestras de afecto del Rey en el Palacio Real en 2001, o del Sr. Aznar en 2002.
Y es que hay que cuidar los intereses económicos y estratégicos. Tan sólo petróleo por sangre ajena.