El pasado día 2 de abril se cumplían 11 días desde que PROMEK anunció al comité de empresa su decisión de presentar un expediente de regulación de empleo que afectaría a toda la plantilla. Esto sumado a la suspensión de pagos hace que la situación deEl pasado día 2 de abril se cumplían 11 días desde que PROMEK anunció al comité de empresa su decisión de presentar un expediente de regulación de empleo que afectaría a toda la plantilla. Esto sumado a la suspensión de pagos hace que la situación de los trabajadores y el futuro de sus familias sea dramática.

PROMEK es el nombre que tomó la antigua Magneti Marelli, cuando esta compañía, filial de Fiat, decidió deshacerse de la empresa en Guadalajara, vendiéndola al grupo Finmek en junio del 2000. La venta iba acompañada de un expediente de regulación de empleo y la reducción de la plantilla a mitad, hasta los 345 trabajadores que tiene actualmente. Parecía que el ajuste de plantilla era la condición necesaria para que la empresa siguiera en funcionamiento, según los nuevos propietarios, introduciendo producción nueva (relacionada con la informática) que sustituyera a los carburadores. Todo ello bajo el mismo argumento que se ha dado en cada expediente de regulación de esta empresa durante los últimos 20 años: la producción de carburadores no tiene futuro, o se acepta el expediente o se cierra la fabrica.

Si el carburador no tenía futuro, la empresa ha tenido cerca de 20 años para introducir las mejoras técnicas y nuevas inversiones que garantizara el futuro y no condujese a continuos recortes de empleo. Pero tanto los antiguos como los viejos propietarios incumplieron todas sus promesas.

Nacionalizar la empresa

Los trabajadores no han permanecido impasibles ante esta situación. A finales de febrero CCOO, UGT y el Comité de Empresa convocaron una manifestación en la que cerca de 3.000 personas se manifestaron por las calles de Guadalajara en defensa del empleo y contra el cierre de la fábrica. Posteriormente ha habido concentraciones frente a la sede de Fiat en Alcalá de Henares, y en Coslada, una de ellas finalizando en carga policial reprimiendo a los trabajadores por defender su pan.

Sin embargo, todas estas medidas de presión desgraciadamente no han hecho retroceder a la empresa que ni siquiera accede a reunirse con los trabajadores.

Es evidente que o se aumenta la presión sobre PROMEK y Fiat, o la empresa no dará marcha atrás. También hay que aumentar la presión sobre el gobierno regional y nacional. Jesus Caldera, futuro ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, se comprometió durante su visita a Guadalajara durante la campaña electoral a dar una solución a los trabajadores de PROMEK. Esta solución pasa porque el futuro gobierno del PSOE nacionalice PROMEK, poniendo la empresa bajo el control de los trabajadores para evitar el despilfarro y la corrupción. Cualquier otra solución no será sino un nuevo engaño a los trabajadores.

La plantilla de PROMEK no debe aceptar nuevos expedientes de regulación, porque durante 20 años, los diferentes propietarios no han cumplido ni un solo de los acuerdos, mientras que los trabajadores cumplieron todo de su parte. La Junta de Castilla-La Mancha avaló en el 2000 el último expediente. Araceli Muñoz, entonces Consejera de Trabajo, dijo que aquellos acuerdos ponían fin a la incertidumbre respecto al futuro de la empresa, dando cuantiosas subvenciones a los propietarios de PROMEK que si se han destinado a algo no ha sido a garantizar su futuro y el de 345 familias.

Hay que poner fin a la sangría continua de empleos. CCOO y UGT no pueden aceptar de nuevo el chantaje de la multinacional (“o los sindicatos aceptan el expediente de regulación o cierro la fábrica”) como han venido haciendo durante dos décadas. Esa política de “aceptar el mal menor”, como demuestra la experiencia, al final ni garantiza el empleo ni el futuro de ninguna empresa. ¡Basta ya de engaños!

Generalizar la lucha

Por último, tenemos que ser conscientes de que para echar atrás los planes de cierre, no basta tan sólo con la movilización de la plantilla. Como hemos podido ver durante estos dos meses, esta es una lucha muy dura y seria y PROMEK no va a dar marcha atrás así como así.

Esta lucha es muy conocida en la ciudad y esto es una gran ventaja para los trabajadores de PROMEK. Es necesario la participación activa y consciente del conjunto de los trabajadores y población de Guadalajara. Hay que implicar a mas trabajadores en la movilización y extender la lucha. CCOO y UGT deben convocar una huelga general en todas las empresas del metal de Guadalajara como primer paso hacia una huelga general de 24 horas en toda la provincia.

La mejor manera de garantizar el empleo es que no se destruya el que hay. El ambiente tras la victoria electoral del 14-M es inmejorable para la movilización. La convocatoria de huelga general sería sin duda un éxito.

Andrés de la Heras y José Maria Gil

Miembros de la ejecutiva provincial de CCOO de Guadalajara

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