Durante el mes de agosto, la policía nacional junto a la policía municipal de Iruña (Pamplona) se han empleado con saña en el desalojo, primero del gaztetxe Euskal Jai, derribado por la empresa Decota SA, que llevó a cabo tal acción con la ayuda de fDurante el mes de agosto, la policía nacional junto a la policía municipal de Iruña (Pamplona) se han empleado con saña en el desalojo, primero del gaztetxe Euskal Jai, derribado por la empresa Decota SA, que llevó a cabo tal acción con la ayuda de fuerzas policiales que cercaron la zona y dispersaron a la gente que se congregaba en los alrededores de la calle San Agustín, y más tarde en el desalojo del nuevo gaztetxe que pretendíamos crear en la antigua iglesia Jesús y María.

Todo comenzó el lunes 16 de agosto cuando se produjo la intromisión de las fuerzas de seguridad en el local, obligando a salir a todos aquellos que en esos momentos trabajaban en la construcción de la nueva plaza.

Varios jóvenes lograron permanecer encaramados al tejado mientras que otros permanecían a la espera con los brazos dentro de una masa de hormigón, adheridos a tubos y cañerías. La policía consiguió sacar a la mayoría de la gente con ayuda de un miembro femenino de la policía nacional que, tras haber permanecido infiltrada varios días en el gaztetxe, procedió a la selección de detenidos.

A pesar de seguir resistiendo gente en el tejado, se continúa derribando el edificio que ya está en condiciones precarias.

Las muestras de apoyo de la juventud de Iruña y de los vecinos de la zona han sido innumerables y en todas las ocasiones han sido acompañadas por violentas intervenciones de la policía, saldándose los actos de protesta con numerosos heridos y detenidos.

Sin embargo, la manifestación más multitudinaria la pudimos ver el sábado 21 de agosto, donde alrededor de unas 15.000 personas mostraron su desacuerdo con los planes de la alcaldesa Yolanda Barcina (UPN) de privar a la juventud de un local autogestionado, protestando también contra la brutalidad policial que ha caracterizado este desalojo.

Tanto IU, Aralar, Batzarre, como los colectivos abertzales no han dudado en criticar el carácter “brutal y violento” de las acciones policiales a la hora de acatar la decisión gubernamental.

La juventud de Iruña no se ha quedado impasible ante esta acción. Independientemente de las protestas realizadas, ya se ha puesto manos a la obra y se ha ocupado la antigua iglesia de Jesús y María, en la calle Compañía, habiéndose comenzado ya los trabajos de limpieza y acondicionamiento del local para las diversas actividades que se están realizando como son sesiones de cine, etc.

La oleada de desalojos de gaztetxes que se está produciendo a lo largo y ancho de todo Euskal Herria no es ninguna casualidad. Aquí vemos claramente cómo a la derecha no le interesa para nada el que una parte de la juventud, alternativa y concienciada, busque sus propias formas de satisfacer la demanda de ocio que no encuentra en la oferta ofrecida por el Ayuntamiento.

Una vez más vemos cómo la juventud es el sector más inconformista y el primero en hacer frente a la manipulación y las imposiciones del gobierno, organizando y gestionando nuestros propios locales y actividades como una forma de combatir el modelo de juventud impuesto por la clase dominante, Así, a pesar de que los organismos oficiales nos nieguen locales donde poder desarrollar estas actividades y la policía nos reprima, vamos a seguir luchando por nuestros derechos.

Iudit Aguilar

Ezker Marxista · Nafarroa (Navarra)

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