La palabra España no les cabe en la boca a nuestro presidente y sus ministros. Aún recordamos sonrojados aquel heróico "...al alba, viento duro de levante…" con el que Federico Trillo nos informaba de la gloriosa aventura en defensa del honor patri La palabra España no les cabe en la boca a nuestro presidente y sus ministros. Aún recordamos sonrojados aquel heróico "...al alba, viento duro de levante…" con el que Federico Trillo nos informaba de la gloriosa aventura en defensa del honor patrio en Perejil.

Qué decir del discurso en torno a la cuestión vasca, donde la sagrada unidad de España aparece por encima de todo.

Pues bien, estos patriotas de postín están demostrando en el asunto de Iraq lo que realmente son: unos vulgares lacayos de su amo americano. Sin pudor tratan de convertir la amada patria en un portaaviones a libre disposición del ejército USA.

Poco le importa a Aznar lo que opina la verdadera patria: según la última encuesta publicada, el 87,1% de la población está contra la guerra, el 74,3% contra el apoyo de Aznar a EEUU, el 80,9 % contra un posible envío de tropas y el 71,9% contra un posible apoyo logístico a USA.

Toda su fortaleza y su supuesta (nunca conseguida) imagen de estadista internacional se desvanece convirtiéndose en el limpiabotas de los generales americanos. Quién no recuerda la docena de genuflexiones del ministro Piqué ante su admirado vaquero Bush cuando tuvimos la suerte de recibirle en su visita a España.

Bases americanas

Sería cómico si no fuera por su gravedad. Esta subordinación y servilismo tiene bastantes vertientes prácticas.

En primer lugar el uso de las bases americanas. Durante la operación Zorro del Desierto (en diciembre de 1998), en la que se arrasó Iraq desde el aire, las bases de Rota y Morón fueron usadas 95 veces para abastecer a los aviones americanos. Ahora Aznar ya ha dejado claro que dará el visto bueno para mejorar esas cifras y acercarse o superar la marca de Felipe González, cuando durante la guerra del Golfo las bases sirvieron para 20.000 vuelos y 294 operaciones de los terribles B-52. Para la guerra que se avecina Morón y Rota volverán a ser decisivas para el traslado de municiones, equipamiento, combustible, etc.

Impunidad

En dura lucha con Blair y Berlusconi por ser considerado la favorita del haren del sultán Bush, Aznar ha dado muestras de su desinteresado amor, siendo el adalid de la propuesta (finalmente aprobada por la UE) de que los soldados, diplomáticos y civiles americanos en misiones fuera de su país tengan impunidad ante la Corte Penal Internacional. Un nuevo escándalo que refleja lo quimérico del pensamiento según el cual la UE iba a ser un contrapeso al poder imperial USA. De todas formas bienvenida sea esta decisión pues dejará aún más claro el fraude de esta Corte, diseñada no para combatir los crímenes contra la humanidad sino para castigar a los enemigos del imperio. ¿Cómo es posible que mientras se juzga a Milosevic no estén también en el banquillo de los acusados los que decidieron friamente arrasar Yugoslavia, asesinando a más de 5.000 civiles durante la guerra de Kosovo?

Esta doble moral, hipocresía y vasallaje va a hacer aumentar la rabia y el descontento contra el gobierno PP. Las bases para una movilización masiva contra la guerra están sentadas. Es tarea de los partidos de izquierda y sindicatos organizar una amplia campaña de denuncia, que deje claro el rechazo a la guerra con o sin la ONU y la creación de comités contra la guerra en fábricas, barrios, etc., que preparen el terreno a una movilización que tenga como objetivo, no el deseo abstracto de paz, sino el cierre de las bases en Morón y Rota y evitar el envío de tropas.

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