En concreto, una central térmica produce energía eléctrica a través de la combustión de derivados del petróleo, ya sean líquidos (gasóleo, fuel... éste último era lo que transportaba el Prestige en sus bodegas) o gaseosos. Las instalaciones más modernas utilizan Gas Natural en el proceso de combustión. Estas centrales incorporan instalaciones regasificadoras, en las que el gas en estado líquido procedente del Norte de África, es transformado a estado gaseoso.

Riesgo y contaminación

Actualmente, la liberación del sector energético en la Unión Europea (UE) ha dado lugar a una lucha sin cuartel por el control de los mercados energéticos entre las grandes compañías del sector. Esto significa, en la práctica, la necesidad empresarial de producir mayor volumen de energía para abaratar costes y conseguir así una tasa de beneficios mayor.

Unión Fenosa ha escogido Puerto de Sagunto (País Valencià) para la construcción de una central térmica y una regasificadora; éstas suponen un gran peligro medioambiental y de salubridad. La combustión de gases y derivados del petróleo produce gases de desecho, que aun tratados antes de su entrada en contacto con la atmósfera, siguen produciendo grandes concentraciones de monóxido de carbono, dióxido de carbono y metales pesados en el entorno.

Asímismo, Unión Fenosa ha reconocido públicamente que un accidente, por escape de gas, produciría una mortandad entre la población de Puerto de Sagunto de más del 50%. A esto unimos que una posible explosión en las instalaciones podría afectar a industrias cercanas como Fertiberia, que utiliza agentes químicos de gran peligrosidad para el medioambiente y la salud humana.

Hay que movilizarse

El enclave geográfico elegido para la construcción de estas instalaciones es una zona húmeda de gran valor ecológico, la Marjal dels Moros. Estas zonas húmedas de la costa Mediterránea son un bien escaso actualmente, debido al impacto medioambiental que supone la construcción de viviendas destinadas al turismo y la especulación del suelo.

El gobierno del PP y otros que le apoyan, venden el proyecto como una fuente de puestos de trabajo. Su demagogia no tiene fin. Este tipo de instalaciones crea puestos de trabajo muy especializados y con tal grado de mecanización que una planta de estas características solo necesitaría para su funcionamiento alrededor de 50 trabajadores.

La construcción de esta térmica no responde a una necesidad social y menos tratándose de una industria tan contaminante. Necesitamos cambiar el modelo de producción energética, invirtiendo en las energías renovables, mucho menos contaminantes, pero que desde el punto de vista empresarial no producen los mismos beneficios que las energías nucleares o térmicas.

Una vez más los intereses empresariales van a atacar las condiciones de vida de los jóvenes y trabajadores. Por eso hacemos un llamamiento a los partidos de izquierda (PSOE e IU) y sindicatos de clase (CCOO y UGT) a movilizarse contra la construcción de esta central, reivindicando una energía más limpia, así como la creación de puestos de trabajo para los jóvenes, en empresas cuya actividad no afecte a nuestras condiciones de vida de forma negativa, ya sean ambientales, laborales o referentes a la salud.

Desde el Sindicat d’ Estudiants impulsaremos futuras movilizaciones entre los jóvenes de la comarca del Camp de Morvedre, ya que sólo con la lucha conseguiremos parar los planes del PP y la burguesía.

¡No a la térmica!

¡Por un puesto de trabajo digno al terminar los estudios!