Nuevamente la dirección de IU, en un momento en el que el capitalismo muestra a amplias capas de la sociedad su auténtico carácter, ha sido incapaz de ir más allá de las ideas reformistas, es decir, no ha traspasado en ningún momento los estrechos lí Es seguro que sectores de trabajadores y jóvenes de todo el Estado han mirado a IU en busca de una explicación para intentar comprender por qué ocurren acontecimientos como los que llevan a celebrar nuevas elecciones en la Comunidad de Madrid, el accidente en la planta de Repsol-YPF en Puertollano o la sangrienta posguerra iraquí.

Nuevamente la dirección de IU, en un momento en el que el capitalismo muestra a amplias capas de la sociedad su auténtico carácter, ha sido incapaz de ir más allá de las ideas reformistas, es decir, no ha traspasado en ningún momento los estrechos límites del capitalismo. Cierto es que se censura la masacre imperialista de Iraq, que se ha llamado corruptos a los tránsfugas de la FSM que han impedido la formación de un gobierno PSOE-IU en Madrid o que se ha denunciado la precariedad laboral que provoca horribles accidentes laborales. Pero con eso no basta. Si una organización política no va más allá en su análisis, aparecerá enfrentada a los defensores del llamado capitalismo salvaje, pero no merecerá el nombre de anticapitalista o transformadora, ni, desde luego, revolucionaria. En la práctica IU se ve limitada a ser una especie de consejera, llamando la atención sobre los excesos que hacen perder credibilidad al sistema.

¿Regeneración democráticao crisis del capitalismo?

Por ejemplo, tomemos la crisis en la Asamblea de Madrid. En la resolución aprobada por la Presidencia Ejecutiva Federal el 1 de septiembre leemos que: “En respuesta a estos actos de secuestro de la democracia, IU es partidaria del más amplio acuerdo entre las fuerzas políticas para adoptar medidas urgentes de regeneración democrática”. Nada se dice de que esta escandalosa situación demuestra la auténtica esencia de la democracia burguesa, corrupta hasta el punto de ser incapaz de evitar que el soborno realizado a dos tránsfugas altere la voluntad popular. Ni se explica que los diputados y concejales de las organizaciones obreras deben estar bajo el permanente control de los trabajadores, cobrando un salario medio de una familia trabajadora, para defender así fielmente a su base social. Por el contrario, la propuesta de Fausto Fernández fue la formación de un gobierno tripartito PSOE-IU-PP, alternativa que sólo puede contribuir a debilitar a la izquierda, alimentando la confusión respecto al papel de la derecha.

La dirección de IU lejos de desenmascarar la democracia burguesa, quiere regenerarla, considerando además capacitadas para esta loable tarea no sólo las organizaciones de la izquierda, sino a las fuerzas políticas en general, lo cual incluye al PP.

¿Y en el terreno sindical? Correctamente, en la resolución antes mencionada, podemos leer: “El grave accidente en la planta Repsol YPF en Puertollano (...) ha vuelto a demostrar la relación directa entre subcontratación y siniestralidad laboral”. Partiendo de esta premisa, ¿cuáles son las conclusiones y tareas que la Presidencia Federal propone a la militancia? Una dirección genuinamente marxista explicaría que esta situación efectivamente es producto de la desregulación del mercado laboral, pero que ésta no hubiera sido posible sin el permiso de las direcciones sindicales y su política de paz social y pactos con el Gobierno. El inminente congreso de CCOO es un buen momento para explicar el negativo balance de esta política y la necesidad de un giro a la izquierda en CCOO y UGT hacia una política sindical de clase y combativa. Sin embargo, lo que podemos leer en la resolución es que IU se encuentra “en sintonía con las centrales sindicales”.

Guerra imperialista

En palabras de la Presidencia de IU “los trágicos acontecimientos de estos últimos días —en relación a Iraq— han vuelto a abrir el debate sobre la guerra, las mentiras de la guerra, la naturaleza y los riesgos de la misión de las tropas españolas enviadas por el Gobierno... La brigada Plus Ultra no es una fuerza humanitaria. Es una fuerza militar de ocupación...”. Efectivamente, a estas alturas, además, podemos hablar no sólo del fracaso del imperialismo más agresivo ejercido por Bush y sus lacayos, sino también de la impotencia de la ONU y los hipócritas representantes del imperialismo francés y alemán, incapaces de detener la guerra. Frente a todos ellos se encontró la masiva movilización internacional, que antes de la guerra puso en la cuerda floja a gobiernos como el de Aznar y Berlusconi, y que ahora son la verdadera esperanza del pueblo iraquí. Que le pregunten a Bush si no, como le afecta el descenso en la popularidad que produce la posguerra iraquí. Sin embargo la solución para los dirigentes de IU pasa por devolver “el protagonismo a la ONU, al derecho internacional”.

Cuando las contradicciones y la crisis del capitalismo estallan de forma virulenta en forma de fraude electoral, muertes en el puesto de trabajo o guerras terroríficas, la política de IU debería consistir en una alternativa anticapitalista para transformar la sociedad, y no en un intento de regenerar el sistema, confiando en la posibilidad de un capitalismo más humano y democrático.

A finales de diciembre IU celebrará su VII Asamblea Federal, y dentro del debate que ésta abre los marxistas de El Militante seguiremos defendiendo un programa genuinamente socialista para una IU revolucionaria. Estas señas de identidad y el trabajo militante en barrios, centros de estudio y fábricas, serán la mejor receta para superar positivamente la actual crisis.

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