"Hay que impedir que los empresarios hagan lo que les da la gana, cuando les da la gana"

El sector del comercio, desde hace años, abarca cada vez a más jóvenes trabajadores. La situación laboral en el sector se caracteriza por los bajos salarios, las largas jornadas, escasos derechos sindicales, contratos basura, represión sindical y convenios penosos en los que apenas hay derechos para los trabajadores y los pocos que existen son pisoteados por los empresarios. Está muy claro que la explotación a la que están sometidos los trabajadores de este sector es muy dura, una prueba de primera mano la tenemos en esta entrevista realizada a un trabajador de una empresa del comercio amenazado con el despido.

El Militante.– ¿Por qué te han amenazado de despido?

Respuesta.– Todo empezó cuando mi encargado me dijo que barriese y limpiase el parking del supermercado, yo le contesté que mi trabajo consiste en reponer y no en limpiar los aparcamientos, la respuesta fue que sería llamado al departamento de personal y que podría ir a la calle, incluso que por mi actitud tenía que pagar los productos caducados de mi bolsillo. El encargado dijo que por mi mal comportamiento debía ir por la tarde a la central para entrevistarme con un miembro del departamento de personal. Dejé claro que fuera de mi horario de trabajo no haría nada relacionado con el tema, que en todo caso iría a la central en las horas que comprenden mi jornada. Llamé a mi delegado sindical de CCOO y luego le dijimos al encargado que no me entrevistaría con la empresa fuera de mi horario y sin la presencia del delegado sindical. Al final cedieron y el encargado dijo que el departamento de personal acudiría a mi centro de trabajo dentro de mi horario, pero finalmente no lo hizo.

EM.– ¿Qué efectos ha tenido entre tus compañeros de trabajo?

R.– El resto de los trabajadores piensa que actué bien, que no tenía por qué barrer el parking, que no tenían que haberme amenazado con el despido ni tenía por qué pagar los productos caducados de la empresa. Varios trabajadores vieron en ese momento la necesidad de organizarse sindicalmente para hacer frente a futuros conflictos como éste, por ello algunos se afiliaron a CCOO.

EM.– ¿Qué esperas que pueda ocurrir a partir de ahora?

R.– Para las empresas el mejor sindicato es el que no existe, y la empresa sabe que estoy afiliado a CCOO, lo que no le hace ninguna gracia. Les gustaría despedirme si fuese gratis, pero como no puede ser así, buscarán deshacerse de mí sin gastarse dinero y eso es muy fácil para los empresarios, ya que son muy aficionados a no hacernos fijos y a tenernos con contratos temporales, como el que tengo yo, por lo tanto cuando mi contrato finalice no me lo renovarán. Este no es ni será el último caso, por ello hay que organizarse para impedir que los empresarios hagan lo que les de la gana, cuando les de la gana.

EM.– ¿Cómo se ve en el sector la convocatoria de una huelga general?

R.– En la penosa situación laboral en las que nos encontramos los trabajadores del comercio, los motivos para una huelga general sobran. Apoyo la huelga general que han convocado UGT y CCOO, pero creo que la huelga debería ir más allá, claro que contra el recorte del subsidio de desempleo, pero también contra la mala situación en la que nos encontramos los trabajadores, por ello pienso que el carácter de la huelga debería ser más amplio, con una tabla reivindicativa concreta (35 horas, fin de los contratos basura, etc). La huelga es una oportunidad clara para que UGT y CCOO potencien las asambleas, la afiliación y la creación de secciones sindicales sólidas y combativas que comiencen la lucha para cambiar nuestra mala situación en los centros de trabajo.