El Militante.— ¿En que situación laboral se encuentran y cuáles son las causas de vuestras reivindicaciones?

Respuesta.— Las trabajadoras de la empresa Clece nos encontramos en una situación de discriminación laboral con respecto a los funcionarios de limpieza de la universidad de Málaga. Nosotras realizamos un trabajo igual al de las compañeras funcionarias y obtenemos un sueldo mucho menor y los contratos que tenemos son mucho peores. Nosotras en ningún momento queremos perjudicar a las compañeras funcionarias. Sólo exigimos una situación laboral digna. La empresa Clece debe mejorar nuestras condiciones de trabajo, tanto en sueldo como en situación contractual.

Nos contratan y nos dan de baja en Semana Santa, navidades y verano. Algunas de nuestras compañeras llevan en esta situación más de quince años, con todas las consecuencias que esto tiene para nuestras cotizaciones para la Seguridad Social.

EM.— Concretamente ¿cuales son vuestras reivindicaciones?

R.— Nuestras reivindicaciones son equiparación salarial con nuestras compañeras funcionarias y cambiar el tipo de contrato que tenemos al de fija. Entendemos que puede ser un esfuerzo económico importante para la Universidad. Por tal razón hemos propuesto que esta subida salarial sea por tramos en 3, 4 ó 5 años.

Quizás pueda resultar excesiva nuestra petición de subida salarial a mucha gente pero Clece destina menos de la mitad del dinero que cobra a sueldos de los trabajadores. Consideramos que nuestra reivindicación es totalmente justa. Muchas de nuestras compañeras tienen que pedir anticipos de sueldo antes del día diez de cada mes.

P.— ¿Qué actividades de protesta habéis realizado?

R.— Nos hemos encerrado en el rectorado, realizamos pegadas de carteles en la Universidad semanalmente y realizamos pitadas frente al rectorado. Hemos escrito a periódicos, pero no nos han hecho mucho caso, esperemos que vosotros si nos lo hagáis.

P.— ¿Qué respuesta habéis recibido de Clece y de la universidad?

R.— Por ahora Clece no acepta ninguna de nuestras reivindicaciones y no se sienta a negociar. En las pasadas elecciones a rector tuvimos contactos con los candidatos. La rectora elegida nos dijo que nos escucharía. Después de las elecciones fuimos a hablar con ella y no nos recibió ella sino un equipo de trabajo. Este equipo nos dijo que no había dinero y que era imposible.

P.— Pero la rectora para las elecciones invitó a cerveza y bocadillos a estudiantes y profesores ¿Cómo es que no hay dinero?

R— Pues no sé… Sin comentarios.

P.—¿Hasta donde pensáis llevar vuestras movilizaciones?

R.— No estamos dispuestas a aceptar esta situación y si la situación continúa iremos a una huelga indefinida.