El día 15 de septiembre a las 8 de la tarde la Plaza Nueva de Sevilla se llenará para la manifestación convocada por los trabajadores y trabajadoras de la empresa, en contra del cierre de una fábrica con 400 años de historia y de trabajo de las mujerEl día 15 de septiembre a las 8 de la tarde la Plaza Nueva de Sevilla se llenará para la manifestación convocada por los trabajadores y trabajadoras de la empresa, en contra del cierre de una fábrica con 400 años de historia y de trabajo de las mujeres. Los capitalistas de Altadis quieren cerrar la histórica Fábrica de Tabacos de Sevilla (la de la ópera Carmen de Bizet y de los cuadros de Gonzalo de Bilbao), las de Cádiz y Tarragona y echar a cientos de trabajadores en el Estado español y Francia. Ese mismo día es una jornada de huelga para todas las plantillas francesas y españolas de Altadis, ya que en estos dos países se concentra el núcleo de la producción de tabaco. El Comité de Empresa de Sevilla rechaza rotundamente los 179 despidos disfrazados de traslados forzoso a Alicante y las 56 prejubilaciones sin entrada de nuevos trabajadores, además de alertar sobre la pérdida de 70 puestos de trabajo indirectos (contratas) en Sevilla. La misma actitud tienen los Comités de los demás centros en el estado español y en Francia.

El Militante.— ¿Cómo ocurrió la privatización de Tabacalera española?

Comité de Empresa.— Tabacalera fue privatizada en el año 1998 por el PP y el gobierno se quedó con el 2% del capital y el compromiso incumplido de mantener el empleo. Nuestra lucha contra la privatización fue fuerte, pero el gobierno siguió con sus planes y al año siguiente la fusión de Seita con Tabacalera española produjo Altadis SA. El duro expediente de regulación de empleo llegó en 2001-02: cerraron ocho fábricas (Málaga, San Sebastián, Gijón, A Coruña, Valencia, Madrid, Alicante y Santander) y abrieron dos más modernas y más grandes en Alicante y Santander, con lo cual se perdieron cerca de 2.200 puestos de trabajo, una cuarta parte del total en el Estado español.

EM.— ¿Cómo justifica Altadis los planes de cierre?

CE.— Si bien la venta del tabaco negro está bajando un poco (sin embargo el rubio sube mucho y los beneficios —el 8% en este primer semestre— también), la verdad es que la culpa es de la empresa que no hace nada para promocionar el producto y esta es la prueba de que su mala gestión es intencional. Así quieren justificar los cierres en Francia y España. Lo que la empresa quiere es trasladar parte de la producción a Marruecos y Turquía para aprovechar la mano de obra mucho más barata y sin derechos sindicales y de paso hacerse con sus tabacaleras estatales. Se trata del proceso de maximizar los beneficios capitalistas reduciendo y concentrando plantilla (por ejemplo en Alicante) a costa de cientos de familias trabajadoras. Por este camino Altadis podría también sumar más negocios vendiendo los extensos terrenos de las fábricas que cerrarían. Nosotros decimos que no, que no hay razón para cerrar ninguna de las fábricas. Nuestra lucha empezó y seguirá muy fuerte.

EM.— ¿Cómo habéis reaccionado a los planes de cierre de la empresa?

CE.— El Comité y toda la plantilla tenemos el objetivo de echar para atrás estos planes y mantener todos los puestos de trabajo: por ello vimos que necesitábamos el apoyo de toda la ciudad de Sevilla. Ya recogimos 32.000 firmas y queremos llegar a las 100.000. Todos los sindicatos (CCOO, UGT, CGT, CTI) nos apoyan y los partidos del Ayuntamiento se han expresado el día 28 de julio en contra del cierre. Lo mismo opinan las demás instituciones locales. Hasta el PP sevillano dice defender la fábrica de Sevilla. A nivel político pedimos una comparecencia extraordinaria del ministro de trabajo Zaplana en el Parlamento [ya que a finales de julio afirmó de estar por la defensa de los derechos laborales, nota EM]. De momento el grupo parlamentario del PP se ha negado “por ser la comparecencia prematura y no tener el ministro datos suficientes” como para intervenir.

EM.— ¿Cuál es vuestro plan de lucha?

CE.— El gobierno siempre tiene la posibilidad de no autorizar un expediente de regulación de empleo y los cierres de las fábricas. En nuestro caso también y además tiene una obligación moral ya que posee el 2% del capital de Altadis. Legalmente, el Ministerio tiene la última palabra. Lo que vamos hacer es mucha presión para parar el expediente y defender nuestros empleos, empezando por Sevilla. La empresa quiere aparentar firmeza y debilitarnos con su intransigencia pero no se lo vamos a permitir ya que las trabajadoras y trabajadores de Altadis estamos firmemente decididos a luchar hasta lograr nuestro objetivo. Esta empresa va a superar los 438 millones de euros de beneficios durante este año, no tiene ningún problema y no hay razones para atacar nuestros puestos de trabajo. Vamos a presionar a la dirección de Altadis y al gobierno central junto con las trabajadoras y los trabajadores de todo el Estado y los compañeros franceses. El primer paso, además de las 100.000 firmas, será la huelga de todos los centros del día 15 y las manifestación de Sevilla. A partir de allí veremos como seguir.

EM.— Ante el cierre de empresas y despidos masivos de ese tipo, nosotros planteamos la consigna de la expropiación sin indemnización y la nacionalización bajo control democrático (trabajadores, sindicatos y Administración). Ésta nos parece la única salida para defender los empleos de hoy y de mañana. Además la alternativa de la expropiación sería un instrumento muy poderoso en manos de los trabajadores y de sus organizaciones. ¿Cuál es vuestra opinión?

CE.— Este Comité luchó duramente en contra de la privatización de Tabacalera. Queríamos que la empresa se mantuviese pública al 100%. La privatización ha significado un proceso ininterrumpido de pérdida de empleo. Desde luego que si Altadis fuese pública sería mucho más fácil garantizar empleo estable y el ingreso de un joven por cada jubilado.

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