Desde que la dirección de Antena 3 planteó el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) el pasado 4 de septiembre los trabajadores han echado un pulso a la empresa. Desde la primera convocatoria de huelga el 24 de septiembre, han logrado parar la emis

Desde que la dirección de Antena 3 planteó el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) el pasado 4 de septiembre los trabajadores han echado un pulso a la empresa. Desde la primera convocatoria de huelga el 24 de septiembre, han logrado parar la emisión de los programas, salvo los informativos cubiertos por los servicios mínimos. Con las jornadas de huelga, las manifestaciones en Madrid, las concentraciones cada mañana en San Sebastián de los Reyes, las distintas acciones que han realizado, como presentarse en cada acto realizado por el PP en la campaña electoral, han demostrado estar dispuestos a parar el ERE.

Ésta es una lucha justa contra la destrucción de los puesto de trabajo como ya han protagonizado otros sectores de trabajadores, sirva de ejemplo la lucha de la plantilla de Sintel, o las auxiliares de Repsol de Puertollano que han conseguido con la movilización, la mayor parte de sus reivindicaciones (ver artículo en este número).

Con la presión de la huelga, los trabajadores han conseguido que la dirección de la cadena privada que gestiona Planeta DeAgostini haya tenido que cambiar el ERE, que suponía el despido de 700 trabajadores (390 fijos más 300 eventuales) de una plantilla fija de 1.605, planteando como propuesta definitiva el lunes 20 de Octubre “despedir a 254 personas, con una indemnización de 45 días por año de servicio y una bonificación de 6.000 euros “ (El País, 22 octubre).

La propuesta fue rechazada por votación de los trabajadores (21 de octubre) por 705 contra 654 votos. Unido al referéndum, el comité de empresa convocó una nueva jornada de huelga desde el día 20 hasta el domingo 26 de octubre. Esa misma noche, alrededor de 400 trabajadores comenzaron un encierro en la cafetería de las instalaciones de la cadena en San Sebastián de los Reyes, al igual que hizo la plantilla en Tenerife. La empresa demostrando su talante nada negociador, optó por llamar a los antidisturbios para desalojar a los trabajadores: les costó todo el día conseguirlo. El resto de la plantilla que estaba trabajando se unió a sus compañeros para impedir la entrada de los antidisturbios en las instalaciones. Durante más de una hora y media una cadena humana frenó la actuación policial, un contingente compuesto por una veintena de vehículos antidisturbios, mientras Ansuátegui (Gobernador Civil de Madrid) esperaba al teléfono que el representante de la empresa diese la orden de desalojo. Los trabajadores acabaron saliendo pacíficamente con las manos en la nuca por el pasillo del cordón policial.

Compañeros del Sindicato de Estudiantes y de El Militante fuimos a apoyar a los trabajadores. El ambiente que se respiraba era de unidad total de la plantilla, junto con una enorme indignación porque “desde al año 1977 la policía no entraba en las instalaciones de un medio de comunicación, a desalojar a los trabajadores” como nos dijo José Luis Olmedo, miembro del Comité de Empresa. La consigna más coreada era “estamos unidos, no se lo esperaban” ya que la imagen que se estaba dando era que la plantilla estaba dividida tras la votación. Nada más lejos de la realidad, pudimos ver como a las 21 horas, coincidiendo con el informativo de Matías Prats (el gran esquirol) trabajadores de servicios mínimos se unían a sus compañeros tirando papeles y cintas por las ventanas.

Los trabajadores necesitan tener una dirección de la lucha fuerte y dispuesta a ir hasta el final, porque ellos están dispuesto a hacerlo. Un periodista nos comentaba “da igual que nos despidan, nos iremos con dignidad”.

El jueves 23, la concentración frente a la sede de Planeta DeAgostini volvió a reunir a más de 300 trabajadores en un ambiente muy combativo. De hecho al finalizar se unieron a la manifestación contra la ocupación de Irak. Durante el fin de semana se manifestaron ante el Ministerio de Trabajo, donde ya se unieron trabajadores de otros medios de comunicación. La lucha ha demostrado ser el mejor método de presión, ya que la Dirección General de Trabajo de la Comunidad de Madrid ha emitido un informe en el que “considera que no existe documentación alguna que justifique la reestructuración”, reconoce que en el ejercicio 2002 la empresa obtuvo beneficios” tal y como informó la Cadena Ser.

Pero hay que tener claro que la batalla no está ganada todavía, aunque si se mantienen las movilizaciones, la unidad de la plantilla y se organiza una lucha seria y consecuente se puede ganar.

Por otro lado, cada vez se hace más necesario unificar las luchas, llamar a la unidad a los trabajadores de RTVE que están amenazados con un expediente de regulación que afectará al 20% de la plantilla (El País, 21/10/03) y a los trabajadores de otros medios que también están siendo amenazados con regulaciones y despidos.

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