La sentencia, sin precedentes en la provincia de Málaga, declara la “nulidad radical” del despido y reconoce la antigüedad de la compañera desde que entró a trabajar como eventual. Asimismo, la sentencia reconoce que los despidos de trabajadores afectados por las bajas por enfermedad atenta contra su derecho fundamental a la integridad física y condena los despidos realizados con fines ejemplificadores para el resto del personal de la empresa.

La sentencia ha conseguido frenar un hecho que viene sucediendo en muchas empresas y que es aterrorizar a las plantillas mediante despidos de trabajadores cuyo único “delito” ha sido ejercer su derecho fundamental a la baja por enfermedad, avanza además en el objetivo de conseguir una mayor estabilidad en el empleo, en el reconocimiento de todo el período trabajado, en la defensa del derecho a la baja por enfermedad, un avance frente al despido libre y arbitrario sin justificación alguna.

Sin embargo, lograr esta sentencia favorable para los trabajadores no ha sido fácil, no hubiera sido en absoluto posible sin la lucha, refrendando una vez más la historia del movimiento obrero plagada de luchas colectivas por la justicia social y la transformación de la sociedad.

La constancia de la compañera Ana Mari en la defensa de su puesto de trabajo, la unión y lucha admirable de sus compañeras, el apoyo de comités y trabajadores de otros hoteles afiliados a CCOO, y sobre todo, la convicción de que teníamos que luchar frente a una injusticia que iba dirigida contra toda la plantilla, hicieron posible que este ataque contra los trabajadores se convirtiera en su contrario y consiguiéramos conquistar derechos laborales.

Acoso contra los trabajadores en período de baja

Desde el mes de septiembre del año pasado la empresa ha intentando hacer pagar a los trabajadores el descenso de ventas de 2003 (y de este modo poder seguir incrementando sus beneficios), a principios de dicho mes envió más de 20 cartas de terminación de contrato a todos los trabajadores fijos discontinuos que se encontraban de baja por enfermedad y accidente de trabajo en ese momento, cartas que eran despidos objetivos. La intervención de la dirección provincial de CCOO, bajo amenaza de movilizar a todos los trabajadores de la Costa del Sol, hizo que la empresa rectificara y retirara las cartas. Sin embargo, en el mes de noviembre y ante la mínima ocupación del hotel, se produjo el despido de la compañera Ana Mari que había regresado de vacaciones tras sufrir un largo período de baja por enfermedad. Desde el primer momento tuvimos la convicción de que era un capítulo más en la campaña de acoso que la empresa estaba llevando a cabo contra los trabajadores de baja, las compañeras de Ana Mari respondieron firmemente exigiendo al comité la convocatoria de una asamblea de trabajadores para luchar por la readmisión inmediata de la compañera. En la asamblea, a propuesta de la dirección de CCOO, la mayoría de los trabajadores votó a favor de la huelga, 119 votos a favor, 55 en contra y 8 abstenciones. Sin embargo, la lucha no fue fácil, la huelga convocada el 5 de diciembre en protesta por el despido de la compañera se produjo en medio de un torrente de calumnias contra la compañera, de presiones por parte de la empresa contra todos los trabajadores que participaran en la huelga, en medio de la confusión y falta de decisión de la mayoría que domina el comité de empresa. Pero, al final, la huelga siguió adelante y nuestra justa lucha tuvo un impacto en toda la Costa del Sol, consiguiendo finalmente la readmisión de la compañera y conquistando derechos para todos los trabajadores de la provincia de Málaga.

Esta lucha es sólo una pequeña demostración de lo que los trabajadores podemos conseguir si nos unimos, nos organizamos y luchamos por nuestros derechos. Cada día se hace más patente la necesidad de recuperar un sindicalismo de clase, democrático y combativo que plante cara a los atropellos de la patronal y avance en la mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora. La crisis del capitalismo cada día genera más explotación, opresión y violencia contra los trabajadores, no podemos permitirlo, tenemos que luchar porque tenemos derecho a tener una vida digna como seres humanos, una sociedad sin explotación ni opresión donde trabajemos para vivir y no vivamos para trabajar. Sin duda, esta lucha es una aportación más a la lucha de los trabajadores por una sociedad mejor.

¡SEGUIREMOS LUCHANDO!

David Bernardo

Miembro del Comité de Empresa

de Puente Romano por CCOO