Desde un principio la dirección de Roca se empeñó en decir que la segregación no ponía en peligro los puestos de trabajo en Radiadores y que todo se debía a la reorganización del grupo empresarial.Desde un principio la dirección de Roca se empeñó en decir que la segregación no ponía en peligro los puestos de trabajo en Radiadores y que todo se debía a la reorganización del grupo empresarial. La realidad nos confirma lo que desde el principio defendimos los marxistas de El Militante, al oponernos a la segregación: el objetivo de la empresa no era otro que la destrucción de empleo.

La estrategia de Roca es común a la de otras empresas como Philips, Samsung, Printer, Valeo, etc., que aún teniendo beneficios, han seguido todas el mismo camino, la destrucción de empleo.

El caso de Roca es todavía más escandaloso, al tener el liderazgo mundial en las empresas de sanitarios. Los recortes salariales, los ritmos de trabajo a los que nos han sometido a los trabajadores, les ha permitido alcanzar ese liderazgo, instalando factorías en 16 países, donde de la misma manera que lo hacen aquí, explotan a los trabajadores para seguir incrementando sus beneficios. El desprenderse del negocio de calefacción no significa que no vaya a haber nueva destrucción de empleo, como demuestra el abandono de la inversión en la producción de grifería en Gavà, que en los últimos años ha sido externalizada a pequeños talleres de polígonos de su alrededor. Ahora, según un artículo publicado en El País (6-05-2005), la empresa va a instalar una fábrica de grifería en Marruecos.

Sacrificios a cambio de nada

De nada han servido los sacrificios realizados por los trabajadores en tantos convenios, cuando se nos prometía estabilidad en el empleo a cambio de moderación salarial. En el último convenio la empresa introdujo la posibilidad de prejubilar a una parte de los trabajadores unido a contratos de relevo a cambio de alargar el convenio hasta el 2008, la realidad es que todos los contratos de relevo no se convertirán en fijos de plantilla.

Si algo debemos sacar de esta situación es que la política sindical basada en el pacto y la aceptación del mal menor no ha impedido que la empresa saque adelante sus planes.

En el último año el grupo Roca ha obtenido unos beneficios históricos de 290 millones de euros, con un volumen de ventas de 1.660 millones de euros. Mientras, la plantilla en el conjunto del Estado se ha visto reducida en mil trabajadores en los últimos cinco años, pasando de 4.433 trabajadores en el año 2000 a 3.304 en el año 2005. Esta reducción de plantilla no ha sido contestada con la lucha por parte de las direcciones sindicales, lo cual envalentona todavía más a la empresa.

Pasar a la ofensiva

Si queremos defender el empleo en Roca debemos pasar a la ofensiva. Las direcciones de CCOO y UGT han manifestado su desacuerdo con la venta. Ahora, de lo que se trata es de organizar un plan de lucha en todas las factorías, que evite que la empresa consiga sus objetivos. Este plan que tendría que incluir, como primer paso, una jornada de huelga de 24 horas en todas las factorías, que tiene que ser discutido en asambleas bien preparadas donde podamos debatir y decidir.

Con ello conseguiríamos la unidad de todos los trabajadores de Roca para dar un carácter cada vez más contundente a las movilizaciones. La lucha no puede quedarse entre las cuatro paredes de la empresa, es necesario la unificación con empresas que se encuentren en lucha y extenderla a las poblaciones donde se encuentren situadas las fábricas. Para ello es fundamental la creación de comités de lucha para dar a conocer nuestras reivindicaciones y conseguir el apoyo del resto de trabajadores.

Gregorio García Latorre

Emilio Domínguez

Delegados de CGT y miembros

del Comité de Empresa de Roca-Gavà

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