El pasado 1 de junio de 2005, los trabajadores de Trapsa ratificaban un preacuerdo alcanzado por el Comité de Empresa. Este acuerdo pone fin al largo conflicto laboral al largo conflicto de los trabajadores del servicio urbano de autobuses de GuadalaEl pasado 1 de junio de 2005, los trabajadores de Trapsa ratificaban un preacuerdo alcanzado por el Comité de Empresa. Este acuerdo pone fin al largo conflicto laboral al largo conflicto de los trabajadores del servicio urbano de autobuses de Guadalajara.

Origen del conflicto

El 3 de mayo de 2005 los trabajadores de Trapsa comenzaban paros diarios al no llegar a un acuerdo con Trapsa en la negociación del convenio colectivo. Desde el 3 de mayo al 15 de mayo los paros realizados fueron de 3 horas, hasta el 22 de mayo de 5 horas y desde ahí hasta el 2 de junio fueron de 7 horas. Las reivindicaciones de los conductores de Trapsa eran: 60 euros anuales más la subida del IPC, en un acuerdo a seis años; un plus por trabajar los domingos; la habilitación de un seguro de responsabilidad civil que les exima de cualquier posible percance; la fijación de una fecha para el cobro de las pagas extras; un día más para asuntos propios y derecho a la jubilación parcial. Además, una de las demandas más perseguidas por los trabajadores es la reducción de las horas extras, que en la actualidad se cuantificaban en 700 horas al año por trabajador. Por el contrario la empresa ofrecía tan sólo una subida del IPC más 12 euros al año en un convenio a 4 años. La empresa argumentaba que no podía subir más los salarios porque si no, no obtendría beneficios.

Resolución del conflicto: victoria para los trabajadores

Tras un mes de paros, manifestaciones y negociaciones, por fin se llegó a un preacuerdo entre la empresa y los trabajadores de Trapsa. Gracias a la presión de la movilización y ante la amenaza de huelga indefinida a partir del 8 de junio, la empresa finalmente cedió y planteó una “última oferta” a los conductores de autobuses concediendo una buena parte de sus reivindicaciones y el comité de empresa aceptó el preacuerdo que ratificaron los trabajadores. Este preacuerdo tendrá una vigencia de siete años y empezará a aplicarse a partir del 1 de enero de 2005, año en el que la subida salarial será del IPC real más 24 euros. Desde 2006 y hasta 2012, se consolidará el cobro aplazado de 30 euros mensuales cada año; se incluye también un plus de seis euros por cada domingo trabajado; el derecho a la jubilación parcial a partir de los 60 años; la defensa jurídica penal de los trabajadores y la empresa se hará responsable de las posibles multas imputadas a los trabajadores por la vía penal durante las horas de trabajo. Trapsa también se comprometerá a respetar los horarios y los turnos de los trabajadores y cualquier cambio necesario en los horarios y los turnos deberá ser negociado antes con los sindicatos.

Una vez más, ha quedado demostrado cual es el camino a seguir para conseguir mejoras en las condiciones de trabajo. Hemos visto como ante la amenaza de una huelga indefinida, la empresa se ha visto obligada ceder en la negociación. Sin duda, si los trabajadores de Trapsa hubieran mantenido la huelga a partir del 8 de junio, la empresa se hubiera visto obligada seguir cediendo. Este camino, el camino de la movilización, es el camino a seguir por los dirigentes sindicales para mejorar las condiciones de trabajo de los trabajadores en Guadalajara y en el resto del estado. Ahora, está encima de la mesa, la negociación del convenio del metal. Los trabajadores del metal deben seguir los pasos de los trabajadores de Trapsa para conseguir mejorar sus condiciones de trabajo. ¡Este es el camino compañeros!

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