Nuevamente ha sido la lucha de los trabajadores lo que ha dado como fruto mejoras en las condiciones de trabajo y que las organizaciones obreras (UGT, CCOO, PSOE, IU...) se vean sacudidas y apartadas de la rutina institucional y burocrática en la queNuevamente ha sido la lucha de los trabajadores lo que ha dado como fruto mejoras en las condiciones de trabajo y que las organizaciones obreras (UGT, CCOO, PSOE, IU...) se vean sacudidas y apartadas de la rutina institucional y burocrática en la que sus dirigentes las han instalado.

En Toledo, el día 12 de septiembre, reunidos en la Consejería de Industria de Castilla La Mancha, se presenta a la comisión de la Plataforma de trabajadores de subcontratas el acuerdo alcanzado entre los sindicatos y Repsol en materia de seguridad. Este acuerdo es fruto de los cinco días de huelga (calificada de “ilegal” por aquellos a quienes molesta que los obreros luchemos) que decidieron realizar los trabajadores sin la convocatoria de los sindicatos y aun con la oposición de estos. En el acuerdo se recogen toda una serie de mejoras en el equipamiento relativo a la seguridad en planta, poniendo al descubierto la escasez de medios con los que se trabaja en ella. Incluye por tanto parte de las reivindicaciones que en materia exclusiva de seguridad habían exigido los trabajadores y por las que habían decidido el paro.

Otro resultado positivo de la huelga ha sido el efecto que ésta ha tenido en Puertollano y el conjunto del estado: un alcalde obligado a asumir todas las reivindicaciones; la dignidad de un pueblo obrero salvada; las ejecutivas estatales de UGT y CCOO obligadas a salir a la palestra contra la subcontratación y la eventualidad, cuestionándolas; el grupo parlamentario del PSOE demandando en la Cámara menos subcontratación... Pero sobre todo ha demostrado que es totalmente posible unir en la lucha a los trabajadores que están dispersos en decenas de empresas de subcontratas, como ya vimos en la huelga de subcontratas del metal en Asturias.

El papel de la Plataforma

A nadie se le escapa que el acuerdo tiene insuficiencias, ambigüedades e inconcreciones (como plazos sin concretar y, sobre todo, el no contemplar reivindicaciones de carácter salarial, de jornada, de estabilidad laboral, etc.) que son imputables a la voracidad de la empresa y a su ánimo de escatimar gastos para mejorar su cuenta de resultados, demostrando así lo poco que le importa el criminal suceso que ha costado la vida a nueve trabajadores. Por tanto la presión de la lucha debe continuar. En este sentido desde El Militante pensamos que el papel jugado por la Plataforma de trabajadores ha sido muy positivo (ver El Militante nº 164 ): ha unido a los trabajadores de las subcontratas y ha obligado a las direcciones de CCOO y UGT a retomar el camino de la movilización para arrancar mejoras a la empresa.

Pensamos que esta Plataforma todavía tiene razones para seguir existiendo en vista de las cuestiones que quedan pendientes. Un instrumento surgido de la lucha, con sus miembros elegidos democráticamente en asambleas, está más controlado por los trabajadores y es totalmente compatible con la labor de los sindicatos de clase con los que debe de coordinarse en la lucha.

Teniendo en cuenta esto no entendemos las prisas de los dirigentes de CCOO y UGT para que esta Plataforma se liquidara, elemento que pensamos también ha tenido influencia en las carencias que tiene el acuerdo alcanzado. Pensamos que sería necesario rehacer la Plataforma de trabajadores para dar más organización e impulso a la lucha.

Quedan, pues, pendientes ahora las mejoras necesarias en materia de jornada, estabilidad en el empleo, salarios...; CCOO propuso, ya en mayo, negociar el plus que la empresa debe abonar a los trabajadores con motivo de la parada que Repsol tenía prevista para octubre y que se han visto obligados a adelantar, debido a la explosión.

En todo caso para garantizar que CCOO y UGT estén a la altura de las circunstancias, es necesario exigir la convocatoria de asambleas regulares para discutir y aprobar la plataforma reivindicativa, los pasos en la lucha y el desarrollo de las negociaciones.

Intransigencia de Repsol

En estos momentos se han roto las negociaciones del acuerdo que vincula a Repsol con la patronal de subcontratas y a éstas con los trabajadores, en materia de salarios y jornadas. Repsol se niega a revisarlo planteando que lo hará en el 2005 fecha en la que vence el convenio que vincula a las empresas subcontratistas en todas las plantas de la multinacional en el conjunto del estado.

Ante esta intransigencia (a Repsol y a la patronal de subcontratas sólo les interesa la obtención del máximo beneficio a costa de lo que sea), se ha convocado huelga en todas las empresas subcontratadas de Repsol para los días 29 y 30 de septiembre y 1,7, 8 y 9 de octubre.

La patronal quiere mantenerse firme porque además desea escarmentar a los trabajadores que se atrevieron a plantarles cara.

Es mucho lo que nos jugamos los trabajadores, por lo que hay que agrupar toda la fuerza posible.

En primer lugar la lucha debe incluir a los trabajadores de las subcontratas y a los de la plantilla de Repsol. ¡Los objetivos son los mismos!

También hay que implicar a toda la ciudad, en ese sentido es imprescindible convocar lo antes posible una manifestación en Puertollano coincidiendo con una de las jornadas de huelga, así como convertir uno de estos días en una huelga general en toda la ciudad.

Además hay que ir planteando los siguientes pasos; es muy importante que las empresas vean que se va a llegar hasta el final. Habría que contactar con los compañeros de las demás factorías de Repsol en el Estado y plan-tearles su solidaridad.

Para conseguir estos planes, u otros que los compañeros crean necesarios, hay que exigir a los dirigentes de los sindicatos que convoquen asambleas para discutirlos y en caso de que no lo hagan que sean los compañeros que formaron la Plataforma los que las convoquen.

En esta huelga no sólo nos jugamos mejoras inmediatas, también está en juego el futuro de los puestos de trabajo que se queden después de la parada, durante la actividad normal de la planta.

La única garantía para el mantenimiento de los puestos de trabajo es la nacionalización de la empresa para gestionarla democráticamente y la incorporación a la plantilla de todos los trabajadores de las empresas subcontratadas.

Acabar con las prácticas burocráticas

Para luchar por este objetivo tenemos que organizarnos dentro de los sindicatos y del PSOE e IU para cambiar las prácticas burocráticas y recuperar nuestras organizaciones para la lucha por la transformación socialista de la sociedad.

Acontecimientos como los de este verano en Puertollano son algo más que trágicos accidentes, son consecuencias directas del sistema capitalista, donde lo único que vale es la obtención del máximo beneficio. Por eso es necesario defender un programa que tenga el objetivo de la transformación socialista de la sociedad.

Los trabajadores y jóvenes de la corriente marxista El Militante luchamos por ello, organízate con nosotros.

Los tres primeros días han sido un rotundo éxito de participación y seguimiento. Las espadas siguen en alto y es la patronal la que tiene la pelota en su tejado.

2 de octubre de 2003

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