El 9 de abril todos pudimos ver por la televisión la entrada en Bagdad de las tropas estadounidenses. Aunque quisieron enseñarnos por todos los medios a iraquíes dándoles la bienvenida con los brazos abiertos, lo único que consiguieron reunir fue unEl 9 de abril todos pudimos ver por la televisión la entrada en Bagdad de las tropas estadounidenses. Aunque quisieron enseñarnos por todos los medios a iraquíes dándoles la bienvenida con los brazos abiertos, lo único que consiguieron reunir fue un puñado de personas. El pueblo iraquí sabe que Sadam es un dictador, pero también sabe quién le impuso el embargo criminal o quién ha estado bombardeando sin cesar sus ciudades durante 23 días, causando cientos de muertos y miles de heridos solamente para apoderarse de los pozos petrolíferos. Como hemos podido ver estos días en los medios de comunicación los jóvenes y trabajadores iraquíes lo tienen claro: “Ni Sadam ni Bush”.

Los estudiantes en el Estado español también lo tenemos claro, por eso el día 10 de abril volvimos a salir de forma masiva a la calle convocados por el Sindicato de Estudiantes. Más de 500.000 personas participamos en contra de la masacre imperialista y de la implicación del gobierno español, en más de 70 manifestaciones a lo largo y ancho de todo el Estado español. En Barcelona fueron más de 100.000, en Sevilla 7.000, En Valencia 25.000, Granada 3.000, en Bilbao 3.000, en Salamanca 3.000 y así una larga lista, a la que se sumaron las masivas manifestaciones convocadas por la tarde en la mayoría de capitales del país. Además, para nosotros esta convocatoria tenía un carácter especial, ya que los dirigentes de la UGT, presionados por la movilización masiva de la población en la que los estudiantes hemos tenido un papel destacado, convocaban para ese día un paro de dos horas por turnos. Está claro que los estudiantes hemos sido un referente de lucha en las movilizaciones contra la guerra, tal y como demostraron las manifestaciones, que en muchos casos fueron en unidad de acción con los sindicatos de trabajadores convocantes del paro. La compañera Miriam Municio, secretaria general del SE, fue invitada unos días antes a intervenir en una reunión de más de mil delegados sindicales de la UGT de Madrid. En su discurso fue interrumpida por aplausos en más de una ocasión, una de ellas cuando planteó la necesidad de la convocatoria de la huelga general de 24 horas, demostrando que si se hubiese convocado habría sido un éxito.

La manifestación de Madrid

La propia manifestación de Madrid fue un reflejo del ejemplo que hemos sido para muchos trabajadores. En primer lugar, fue una manifestación en unidad de acción entre Sindicato de Estudiantes, UGT, CGT, STEs y la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública de Madrid. En la pancarta de cabecera contamos con la presencia de los secretarios generales de Madrid de CCOO y UGT, además del resto de las organizaciones y de Gaspar Llamazares, coordinador general de IU. Incluso Cándido Méndez fue al principio de la manifestación a dar un saludo. Además, entre los más de 100.000 estudiantes de instituto y facultades que abarrotamos el recorrido de la manifestación, que discurrió desde Atocha, pasando por Cibeles, hasta llegar a la Puerta del Sol, había bastantes trabajadores, además de delegados sindicales de UGT, CCOO y CGT. Por supuesto, también asistieron los trabajadores de Sintel, que han participado en todas nuestras movilizaciones y que son un ejemplo de lucha para nosotros. Además, al paso de la manifestación, trabajadores que en ese momento estaban realizando el paro delante de sus empresas se unieron a los manifestantes.

En la movilización quedó claro que los estudiantes no nos creemos la propaganda de la derecha. Una vez llegada la manifestación a Sol, todas las organizaciones —incluyendo un miembro del Comité de Redacción de El Militante— se dirigieron a los jóvenes y a los trabajadores. Miriam Municio volvió a denunciar el carácter imperialista de esta guerra; que la bota militar de EEUU y sus aliados no va a terminar con ninguno de los problemas que tienen los iraquíes, sino que va a significar más miseria y más opresión.; que esta guerra no es una guerra de liberación, sino una guerra de ocupación, no sólo para apoderarse del petróleo iraquí, sino para demostrar al mundo quien es el que manda y que es lo que pasa a los que desobedecen. Pero, como también se explicó desde el estrado, no sólo los iraquíes van a pagar la factura de la guerra, también los jóvenes y trabajadores en Occidente vamos a pagar a través de recortes en gastos sociales, además de los recortes en derechos democráticos a los que ya estamos asistiendo. Por eso se hizo un llamamiento a seguir luchando en el Estado español contra la derecha y contra este sistema, que en definitiva es el causante de todas estas guerras y toda esta opresión, y por una sociedad más justa, una sociedad realmente socialista, donde todos los recursos se pongan en manos de la mayoría de la sociedad.

banneringles

banneringles

banner

banner

banner

banneringles

banneringles

bannersindicalistas

bannersindicalistas