¡Basta de tantos abusos!
André Llera
Trabajador de Port Aventura
El pasado mes de mayo el sindicato UGT convocó a los trabajadores de Port Aventura (PA) a una huelga para luchar por un convenio digno. Esta convocatoria de huelga ha puesto nuevamente de manifiesto la precariedad laboral que arrastramos los trabajadores de PA desde que se abrió el parque: salarios de miseria, sobrecarga de trabajo por falta de personal, líneas de autobús insuficientes (en muchos casos el autobús llega a la empresa una hora antes de empezar a trabajar y sale una hora después), colas interminables en los comedores, servicio de alojamiento para los trabajadores que vienen de fuera de Tarragona en apartamentos caros y en muchos casos en unas condiciones lamentables (un solo baño para seis personas, sin calentador de agua, etc…), trato autoritario por parte de muchos supervisores o encargados (negando el derecho de un trabajador a hacer uso cuando desee de la parte de vacaciones que le corresponde, broncas injustificadas, etc.). Ante este panorama no es ninguna casualidad que el año pasado se diesen en la empresa más de 500 bajas voluntarias.
El descontento entre los trabajadores es cada vez más generalizado y se expresa en el autobús, en las áreas de descanso, en el comedor. Es realmente una vergüenza que una empresa que ha invertido más de 75,12 millones de euros (más de 13.000 millones de pesetas) en la construcción de dos nuevos hoteles y el parque acuático y que cuenta con unos beneficios anuales millonarios, abuse de los trabajadores de esta manera. Sin embargo todo este descontento que hay entre los trabajadores de PA no se ha manifestado en la huelga del 4 de mayo, una convocatoria que tuvo un seguimiento muy desigual: en el área de Polinesia y en el Fart-West la huelga tuvo bastante repercusión, en otras zonas la participación en la huelga fue más reducida (aún así la empresa reconoce un paro de unos 110 empleados). Esto se debe en nuestra opinión a tres factores:
1º. La falta de unidad sindical. La dirección de CCOO firmó un acuerdo en solitario con la empresa donde se pactan concesiones insustanciales para la mayoría de los trabajadores (entre otras, un plus de antigüedad que afecta a unos 200 trabajadores y una subida salarial del 3,5% para las categorías 8 y 7.3) y donde se acepta la creación de 450 contratos fijos-discontínuos de cinco meses de duración, sin derecho a paro ni a subsidio, que afectarán al 20% de los trabajadores de la empresa.
2º. Las presiones de la dirección de la empresa: muchos encargados y supervisores han coaccionado vergonzosamente a los trabajadores, uno por uno, para que firmaran el acuerdo con CCOO, poniendo sobre la cuerda floja a los compañeros recién llegados al parque: "o firmas o veremos si superas el periodo de prueba", "si no firmas va a ser difícil que te promociones en esta empresa".
3º. La desconfianza de la mayoría de los trabajadores a la política sindical seguida por la dirección de CCOO y UGT. Si esta vez ha sido la dirección de CCOO la primera en llegar a un acuerdo con la empresa, hace dos años fue la dirección de UGT la primera en firmar el convenio, con la posterior adhesión de CCOO. La reflexión de muchos trabajadores evidencia que los problemas en Port-Aventura vienen de lejos, y que en todos los convenios que las direcciones sindicales han firmado, han aceptado continuar con la precariedad laboral, a cambio de migajas. Este año hay elecciones sindicales y este hecho es uno de los factores que acentúa la división sindical y la desconfianza de los trabajadores hacia el papel que están jugando las direcciones de los dos sindicatos mayoritarios en la empresa.
Una vez más se demuestra que la política de pactos seguida por las direcciones de UGT y CCOO en todos estos años, tanto a nivel de la empresa, como a nivel general (acuerdo de pensiones, contrareforma laboral de 1997, acuerdo sobre la negociación colectiva…) ha sido un error. Frente a todos estos acuerdos que en su día se nos presentaron como "un paso adelante", los trabajadores sólo hemos obtenido retrocesos en nuestras condiciones de trabajo.
A todos estos ataques se le suma ahora la reforma de la protección del desempleo, donde el gobierno del PP pretende reducir aún más las posibilidades de subsidio y que aceptemos sin rechistar cualquier empleo basura que se nos ponga por delante.
Ante esta situación los marxistas de El Militante consideramos positiva la convocatoria de huelga general realizada por CCOO y UGT para el 20 de junio. Ahora bien, desde El Militante planteamos que esta huelga general sea el comienzo de un plan de movilizaciones serio que pare los pies al gobierno del PP y a la patronal, y que ponga fin a la política de pactos con el gobierno de la derecha y con la patronal, unos pactos que no han hecho más que lavarle la cara a un gobierno y a una patronal que han empeorado cada vez más nuestras condiciones de trabajo, y recortado nuestros derechos sociales. Los trabajadores estamos hartos de tantas concesiones al gobierno de la derecha y a la patronal. Hoy más que nunca los trabajadores tenemos que salir a la calle para denunciar la política del PP y luchar contra la precariedad laboral y los recortes sociales.
¡Todos a la huelga general el 20 de junio!
