Este espectacular resultado tiene su explicación, por el rechazo de un número importante de trabajadores a la política defendida por las direcciones de UGT y CCOO durante los últimos años. Se ha demostrado en la práctica que los trabajadores apuestan por un sindicalismo más combativo y democrático, que se enfrente a los continuos ataques de la empresa a nuestras condiciones de trabajo.
Durante la campaña hemos sufrido una represión sindical sin precedentes en los últimos 20 años. La dirección de Roca ha empleado todo su poder para impedir la entrada a la fábrica de los dos candidatos que encabezaban la lista de CGT. También se cambió a otros candidatos del mismo sindicato a otras secciones de la fábrica durante la campaña electoral y devueltos a su puesto habitual al día siguiente de la votación. Toda esta campaña, perseguía impedir que los trabajadores de Roca pudieran conocer el programa de CGT y contrastarlo con el de resto de sindicatos. Hasta el mismo presidente de la mesa electoral ha tenido que salir a la calle para atender a los candidatos que tenían prohibido el acceso a fábrica. Esta situación daba una clara ventaja a UGT y CCOO que realizaban su campaña electoral por toda la fábrica explicando su programa en los comedores de cada sección.
A pesar de todo CGT ha sido el único sindicato que ha realizado dos asambleas en la fábrica, ha repartido en tres ocasiones hojas con sus propuestas, se han colocado dos pancartas en la puerta principal de la fábrica, en la cual hemos permanecido durante tres días de los cuatro que duraba la campaña electoral.
El papel que hemos jugado los marxistas de El Militante en estas elecciones sindicales ha sido decisivo, con dos compañeros en el segundo y cuarto puesto de la lista de CGT. Nuestra actuación ha consistido en la explicación de nuestras propuestas sindicales, sorteando todos los obstáculos que nos ponía la empresa, como el impedir el acceso a los comedores que hemos suplido con la megafonía en la puerta de la fábrica. Esta orientación, unida al espíritu de sacrificio y la confianza en las ideas del conjunto de candidatos de CGT, en su mayoría jóvenes que nunca se han presentado a unas elecciones sindicales, ha permitido este resultado en las urnas.
Diecisiete meses de lucha
Esto ha supuesto un cambio en el ambiente en la fábrica, obligando incluso a la empresa a permitir la incorporación a su puesto de trabajo al compañero Emilio. La empresa lo impedía a pesar de haber declarado en marzo el juez despido nulo, y que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ratificara la sentencia el pasado mes de octubre. Este es el fruto de 17 meses de lucha contra su despido por represión sindical y del apoyo de los trabajadores expresado en estas elecciones con el voto masivo de la candidatura sindical en la que figuraba.
Este resultado en las elecciones sindicales en Roca, nos permitirá afrontar la negociación del próximo convenio colectivo en enero de 2003, con más fuerza y la garantía de que los trabajadores de Roca serán consultados en todo momento, sin firmas de acuerdos a sus espaldas. La defensa de los intereses de los trabajadores es nuestra razón de ser y es nuestro único compromiso.
